Cualquiera puede enfadarse, esto es fácil,
pero estar enojado con la persona correcta,
en la medida conveniente, en la ocasión apropiada,
pero estar enojado con la persona correcta,
en la medida conveniente, en la ocasión apropiada,
por el motivo lógico y de la
manera oportuna,
eso no es fácil.
Aristóteles
Cuatrocientas sesenta mil personas expoliadas están más que legitimadas para aventar su ira a los cuatro vientos. ¿Quién podría reprochárselo?
La ira se asocia con el ultraje, el rencor, la cólera, la indignación, la hostilidad y, llevados al extremo, con la violencia y el odio patológicos. Como e-moción, tiene un mucho de fuerza motriz para generar movimiento y cambios.
Sin embargo, en el caso que nos ocupa, queridos expoliados que estáis leyendo estas líneas, como víctimas de un acto de terrorismo económico sin precedentes en la historia de nuestra democracia, a lo más que hemos llegado -somos gente civilizada y a mucha honra- es a "enfadarnos". Y mal.
Ni una sola de las líneas del pensamiento Aristotélico encaja en la manera en que hemos manejado, y gestionado, nuestra situación. Veamos:
- ¿Estamos enfadados con las personas adecuadas?
- ¿Estamos enfadados en el grado justo?
- ¿Estamos eligiendo los momentos oportunos para mostrar y hacer valer nuestro enfado?
- ¿Existe unidad de criterio en cuanto a los motivos y causa primigenia de nuestro enfado?
- ¿Y unidad de acción para hacerlo visible?
No, no, no, no, cinco y mil veces, NO.
La volcánica emoción de la ira, que tanto puede llegar a conseguir, ha quedado reducida en nuestro caso a una tenue e intermitente llamarada de enfado. Y ello, a mayor honra y gloria del "celtiberia show" que constituimos 190.022 personas (460.000, en realidad), que llevamos a cuestas nuestro mosqueo de forma unilateral, individualista, dispersa, disociada de la realidad, y bastante quijotesca por lo que tiene de aparentar lo que no se es: cabeza de león, y de no declarar y traslucir lo que se es: clientes de las filatélicas, con sus bienes confiscados por un Gobierno Socialista, miserable y expoliador, que, a día de hoy, no han conseguido hacer una mínima fisura en el Dogma Petrificado que las terminales mediáticas, a las órdenes de Alfredo Pérez Rubalcaba, implantaron a sangre y fuego en la sociedad española, valiéndose de la monumental mentira de la estafa..
No tenemos voz. No somos nadie. A estas alturas del escarnio, mejor callados. Mejor muertos.
En tanto no sepamos canalizar nuestro enfado, planteándonos una nueva forma de hacer las cosas, en tanto no encontremos la manera de elevar nuestra voz para que se nos escuche, en tanto que ni los políticos, ni los jueces, ni la opinión pública entienda y admita el verdadero alcance y la magnitud de la canallada que se ha cometido con nosotros como clientes, y con las empresas y sus trabajadores, seguiremos "enfadados", con algún que otro acceso de ira en "petit comité", sin producir ningún cambio ni reacción cada vez que demos rienda suelta a nuestras legítimas emociones.
¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Cómo hemos permitido tamaña manipulación? ¿Cómo no hemos sabido defender nuestros legítimos intereses generales, más allá de las "opiniones" individuales y de las rencillas personales? ¿Cómo, a estas alturas, con lo que ha llovido sobre nuestro caso, sabiendo lo que sabemos y conociendo las sentencias que conocemos, todavía hay quienes continúan siguiendo el paso que les marcan sus abogados, desgastándose cada día un poco más al defender lo indefendible? ¿Cómo es que la fuerza y energía que aún nos queda, continúa estando dirigida en sentido contrario a lo que debería ser, produciendo por lo tanto cero resultados, o peor?
Para excusar lo anterior, ya no contamos con el eximente de la confusión. Sabemos quién/es está/n detrás de nuestra ruina. También conocemos el por qué.
A la vista de los magros resultados conseguidos en estos seis largos años, no creo que resulte descabellado proponer un cambio de estrategia; más pausada, menos visceral, más inteligente y razonada y, por encima de todo, consensuada.
Amigos: ¿pasaremos alguna vez a la acción, con inteligencia y pragmatismo?
Mejor que sea así. A muchos, se les está agotando el tiempo.
Incorporo la serenidad para aceptar
aquello que no puedo cambiar,
asumo el valor para cambiar
lo que puedo modificar,
cultivo la sabiduría para conocer la diferencia.
Inspirada por Reinhold Niebuhr
Yo no se qué puedo hacer, solo darte el mayor apoyo Mila y haber hecho todas las gestiones de llamadas propuestas a los distintos oganismos, así como sumarme a Manos Limpias.
ResponderEliminarY te doy inmensas gracias por ello, compañer@ anónim@.
ResponderEliminarEs difícil decirle a cada cual que actúe de esta u otra forma, o de tal o cual manera. Ya conoces la máxima Orteguiana: "Yo soy yo, y mi circunstancia". Pero además, dicho esto, creo que la cosa no consiste tanto en saber -y reconocer como muy válido- todo aquello que hemos hecho, como en pararnos a reflexionar en todo aquello que todavía nos queda por hacer.
Seguro que, si reflexionamos honestamente sobre el asunto, la respuesta viene de suyo. Y para quienes estamos al frente de colectivos, supondrá una enorme responsabilidad afrontar nuestras propias respuestas, sobre pasadas decisiones y actuaciones, de cara a plantearnos cambios que generen resultados positivos que nos saquen de una santa y bendita vez, de este embrollo en el que otros nos han metido, sin comerlo ni beberlo.
Bss y mucho ánimo. No vamos a tirar la toalla por mucho desgaste que ello conlleve, ¿verdad?
Mila.
Como siempre desde Cuenca todo mi apoyo Mila para ti y tu familia,si no fuese por vosotros no se donde estaríamos.Pido y rezo un monton porque esto se arregle.No somos tontos,ni abariciosos,ni defraudadores,como han querido marcarnos tanto PP como PSOE.Un abrazo
ResponderEliminar¡Que bien utilizada la palabra "marcarnos!, compañer@.
EliminarA sangre y fuego, si no lo remediamos.
Un abrazo para ti también. Muchas gracias por tu apoyo,
Mila.
Mila, qué razón tienes! Haces un retrato de nuestra situación tan descarnado y real que da miedo! Pero hay algo que me gustaría matizar: no estaríamos mejor ni callados ni muertos. Una cosa es que tengamos complejo de impotencia y otra que no tengamos voz o energía...Es pequeña nuestra llamita de conocimiento y esperanza y acción, pero hasta la más leve chispa o llamita tiene la posibilidad de crear un gran incendio. Pongamos nuestro soplito en la llama y que la gran hoguera se lleve de una vez nuestra ignorancia, nuestra apatía y nuestra ira sin dirección - quizás rezando, quizas informando, quizás formando o creando un grupo grande de buena voluntad - cada cual sabe lo que puede y no puede hacer...Yo solo sé muy bien que el mal no se combate a bofetadas, el mal se combate con un enérgico progreso en el sentido del bien...según el I Ching... y que si nos enfrentamos y combatimos contra el mal solo perderemos el tiempo...xoxoxCM
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con tu matización, CM. Cuando digo, "mejor estar callados y muertos", quiero expresar que ese es el estado ideal en el que les gustaría vernos a "los malos".
ResponderEliminarNaturalemente, no les vamos a dar ese gustazo, ¡Ojalá podamos, organizar y conformar ese gran grupo del que hablas y contarle al mundo lo que nos han hecho.
El mensaje lanzado tendrá que ser contundente, unívoco, que diga sin ambages qué hay detrás de todo esto, y expresado de manera que lo entienda cualquiera.
¿Difícil? Si, claro que si.
¿Imposible? No, claro que no.
Por mi parte, con los brazos abiertos.
Bss
Mila.
Estamos utilizando las vias legales y defendiéndonos con ellas, pero parece que "ellos" utilizan otras no legales para contraatacar, como la mentira, el silencio y hacer pasar el tiempo (por si nos aburrimos y cansamos de tanto pelear).
ResponderEliminarNecesitamos medios de comunicación para hacer llegar al mundo en que situación nos encontramos, decirle que hizo el gobierno y para que, y hacerle llegar todo lo que nosotros sabemos.
¿De que manera se puede conseguir esto? Yo por mi parte estoy enviando a todos mis contactos de correo las noticias de Canal Afinsa, para que sepan de que va el culebrón. Quizá alguno, al no ser afectado, pase de leerlas, pero en saco roto no caerá.
Animo para todos, peores batallas se han ganado, y nuestro esfuerzo tiene que tener su recompensa.
Saludos desde Domayo
Pero alguién se puede creer que a estas alturas de la película, siete años casi ya, quede alguién que no sepa de que va esto.
EliminarNecesitaríamos 2 valientes dispuestos a ponerse en huelga de hambre. Es lo único que puede hacer "algo".
ResponderEliminarLo he dicho por activa y por pasiva, están esperando a que el 75% de los afectados se mueran, y de esta forma el estado se ahorraría mucho dinero, y eso de que el PSOE judicializo la intervención, para que esto muera en los juzgados , es una patraña, porque cuando les da la gana a los políticos , bien que corren los juzgados.
ResponderEliminarAdrian ex-forero de fotógrafos, pero muy unido a la causa.
ResponderEliminarMagnífico post este de hoy, en el que de principio a fin puede comprobarse que no se trata de ningún lamento, ni de nada que tuviera que ver con el desánimo. Yo lo percibo como una reflexión no exenta de melancolía por lo que pudo haber sido y nunca fue. El acierto de encabezarlo con esa cita aristotélica para mí desconocida pero enormemente aleccionadora, ya me predispuso para considerar al final de la lectura del trabajo de hoy, como una autentica pieza literaria a la que prestar la atención que nuestro caso merece.
Las preguntas que se desprenden de la reflexión del maestro Aristóteles y tan estupendamente sintetizadas por Mila con la sin par respuesta de una negación universal, pone a las claras que lo que debió ser en su día una “volcánica emoción de ira” colectiva por el escarnio que se cometió con más de medio millón de inocentes y civilizados ciudadanos, se quedó sencillamente en una “tenue e intermitente llamarada de enfado”. Inconsistencia pura de lo que debió haber supuesto un estremecimiento de colosales dimensiones, en sí mismo, capaces de hacer recapacitar a la nación entera por lo que desde las más altas instancias del estado, se había violado.
El origen de todos nuestros males, arranca desde muy atrás y se pierde en la noche de los tiempos. Como ciudadano, admito el error de los hombres, la equivocación humana que es consustancial con la propia naturaleza del individuo, pero lo que se me hace indigerible es que en las causas abiertas por las intervenciones de las dos empresas filatélicas y algunas más del sector de Bienes Tangibles, los bastante más de doscientos cincuenta abogados personados en las mismas para “defendernos” de los atropellos, hayan todos incurrido en el mismo error. Eso, yo no lo creo.
Lo que sí en cambio creo, es que desde que se decidió desarrollar y posteriormente se aprobó y sancionó la nueva Ley Concursal, aun en rodaje y a falta de parchearse por la infinidad de indefiniciones que contiene, se abrió la veda en el coto nacional para perpetrar los “saqueos legales”, jamás conocidos antes en nuestro sistema judicial, aunque ansiosamente deseados. Algo así como institucionalizar de manera impune el robo político contra personas y organizaciones empresariales, que en mayor o menor medida, pudieran resultar incómodas a cualquiera de los cuatro poderes reinantes, es decir, a los legisladores, a los jueces, a los ejecutivos y a la banca. (I)
Con esa ley, anunciada a bombo y platillos como la panacea para evitar la quiebra empresarial y las suspensiones de pagos, se les abrió el cielo a los bufetes de tronío, porque supuso para ellos la pócima mágica que removiendo y removiendo, colmaría sus arcas de caudales, y haría rebosar sus cuentas corrientes con saldos mareantes. De hecho, todos conocemos a quien diabólicamente se deja reconocer como «El Liquidador Mayor del reino de España»; por algo ha de ser. Y tras de estos afamados despachos que pronto se destacaron en esas lucrativas tareas concursales, surgieron las legiones de los de la segunda fila, que deseosos por participar en los mismos festines, agarraron sus servilletas y cubiertos, y se ofrecieron para hacer lo mismo, pero desde un segundo escalón menos llamativo.
ResponderEliminarPor eso, no puedo creerme que todos cuantos se han ofrecido para defender a más de medio millón de expoliados españoles y portugueses en sendas y simultáneas acciones delictivas cometidas por las autoridades judiciales y gubernamentales, se hayan equivocado de taquilla y hayan comprado unos pasajes a destino muy diferente al que se le había pedido que fueran.
Yo mismo, cuando discurrían los primeros meses tras el escarnio, y gestionaba la aportación de documentos con la Asociación a la que pertenezco, y con ellos en mi poder me personaba con dos compañeros más en una de las salas del despacho del letrado que fue contratado por la Junta directiva de nuestra Plataforma, que para más abundamiento de datos era uno de los autores de la Nueva Ley Concursal, tuve la ocasión como también la tuvieron mis acompañantes, de oírle decir de viva voz y sin que le temblara el pulso por dos veces casi consecutivas respondiendo a nuestra pregunta, que “según mi opinión, todo esto ha sido una estafa; sin dolo, pero estafa al fin”.
Claro que ninguno de los allí presentes teníamos idea de derecho ni de asuntos legales, aunque nuestro convencimiento estaba muy distante del concepto “estafa” que tan mayestáticamente había puesto el ilustre letrado sobre la mesa. Cualquier día de los que hoy transcurren, nunca nos habríamos tragado esa contradicción manifiesta de una estafa sin dolo. (II)
Y fuimos de la mano de los supuestamente expertos en cuestiones mercantiles, y así nos ha ido. El que otro equipo de profesionales se haya incorporado un poco a la bulla y a destiempo a la defensa de unos ciudadanos manifiestamente “indefensos”, y además de forma altruista y movidos tan solo por la escandalosa violación de los derechos que nos han sido extirpados y en exclusiva salvaguarda de la Legalidad y del supuesto Estado de Derecho, no ha sentado nada bien entre los rebaños de “vacas sagradas” que sestean y pastan en selectos prados al frescor de la sombra que reciben desde las altas esferas estatales, pero no han podido impedirlo.
ResponderEliminarY si los letrados de Manos Limpias se hicieron notar no precisamente con asambleas ni comunicados alarmantes, los demás también pudieron hacerlo; y hasta con más conocimientos si cabe. Si los letrados de Manos Limpias, denunciaron ante la Agencia Tributaria, los otros, también hubieran podido hacerlo. Si los letrados de Manos Limpias interpusieron las querellas que han interpuesto, cómo dudar de la capacidad de los demás para hacer lo propio. Es más, haciendo un normal uso de la razón, lo lógico es que se hubiera producido una “toma de contacto” entre todos para aunar fuerzas en una sola dirección, de forma que se dotara al ariete de mayor consistencia para una más sólida contundencia en el golpe.
Pero había que querer hacerlo, y eso es lo que faltó, falta y seguirá faltando: voluntad para enderezar los disparos marrados, corregir la puntería y hacer lo que conviene a los clientes y no lo que les conviene a ellos.
Así pues y como dice Mila en su soberbio clamor publicado hoy, y en su comentario de agradecimiento que publicó ayer a las 9:50, en respuesta a las sugerencias recibidas: “Ahora, hace falta que las querellas prosperen; que sus señorías, los juzgadores, se tomen en serio este asunto, de una santa vez, que admitan las querellas a trámite y que actúen con justicia, en estricta aplicación de la Ley”.
Ahora algunos, ya conocemos un poco de qué va la cosa y sabemos el itinerario que esas acciones valientemente emprendidas, han de recorrer y no es baladí. El Reglamento Disciplinario supuestamente establece que sobre las quejas, denuncias y reclamaciones contra miembros del poder judicial, pasen por un previo informe de la Fiscalía, cuyo contenido ha de ser supervisado y sopesado por una comisión de jueces, que lo han de incorporar a la querella propiamente dicha, emitiendo opinión sobre el mismo.
Todo el conjunto, parece que se somete a estudio por un tribunal interno, que es quien determina si la querella es o no admitida a trámite. A partir de ahí, comenzarían a contar los plazos para la presentación de alegaciones y demás requisitos procedimentales, hasta la celebración del correspondiente juicio, que en última instancia sería quien dictaría sentencia determinando la culpabilidad o inocencia del querellado.
De manera, que como muy bien deja entrever Mila, no se puede cantar victoria ni muchísimo menos, pero debemos sentirnos al menos, convencidos de que aunque muy poco, somos alguien que no nos conformamos ni con la pasividad de nuestros abogados de cabecera, ni mucho menos, con la expoliación que hemos sufrido. Seguiremos batallando y ofreciendo resistencia hasta la extenuación y hasta que nos sangren los dedos de elaborar cestos con unos mimbres espinosos. Pero lo que no vamos a hacer, es quedarnos callados, o aparentar estar muertos. (III)
Rafa
Fenomenal tu comentario Rafa, y una joya de leer---Tenemos que cerrar filas detrás de estos pensamientos y realidades. Yo sigo soñando con esa ansiada unidad unívoca que confronte a estas instancias del "crimen realmente organizado" que suponen. No son estas castas moco de pavo ni creo para nada que vaya a ser facil - pero tenemos que organizarnos de verdad e ir todos a una, lo cual veo como el mayor obstáculo. Tenemos que convocar a todos los que nos importe, tenemos que desmontar el chiringuito de asociaciones a las que nos han obligado a acudir, tenemos no solamente que hacernos oir, sino también actuar y sacar a todos de sus escondrijos - tanto a los que pudiendo resolver no lo hacen, como a los que pretenden que les saquen las castañas del fuego sin dar un palo al agua. Una revolución, si, pero algo que entrañe la participación de todos los afectados y que les haga mover el culo, pero ya! Abrazos CM
ResponderEliminarAlguien dijo: España es un pais enamorado de la justicia pura, y por eso es poco respetuoso con la justicia positiva y leguleya.
ResponderEliminarGracias, Manos Limpias por hacer justicia pura.
En relación con éste tema, en el foro de Rankia he leído un comentario de alguien llamado "Santiago1", que creo que deberíamos tener en consideración. Éste dice lo siguiente : "El problema que ha existido desde el principio de los tiempos con los afectados, sus representantes legales y asociaciones a los que éstos pertenecen, es comparable con la nueva creación de un equipo de futbol en el que no se cuenta con un capitán y un entrenador,si no con 6 capitanes y otros tantos entrenadores, y debido a éstas circunstancias, cada jugador se limita hacer la guerra por su cuenta y riesgo conforme a lo indicado por su capitán y entrenador. Unos envían balones al contrario, otros marcan goles en su propia puerta, los menos regatean al contrario y el portero abandona la portería para ubicarse en la portería contraria, mientra que el resto patean a sus propios compañeros con la sana intención de partirles las piernas.
ResponderEliminarNuestro particular equipo de futbol, al igual que el anterior, necesita que se le dote de un capitán y un entrenador. Es decir, un sólo y único responsable que dirija las actuaciones futuras y sea nuestra cabeza visible,nuestro portavoz, y otro que, además de asesorar a ese alguien, también pueda sustituierle en momentos determinados, si así fuera necesario.
Lo malo, es que entre nuestro colectivo son demasiados los que aspiran a ocupar estos puestos de responsabilidad, a pesar de que la gran mayoría de candidatos no son aptos para tales funciones."
http://www.rankia.com/foros/afinsa-forum/temas/1459182-esto-acaba?page=2
http://wikiblues.net/afinsa
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