jueves, 22 de septiembre de 2011

En rigurosa exclusiva, para Canal Afinsa: Gil Robles pierde su demanda contra Ausbanc. 22.9.11

La demanda interpuesta en su dia por José María Gil Robles contra AUSBANC, Asociación de Consumidores y Usuarios de Banca,  por asumir la defensa de los afectados de la plataforma de Vizcaya, ha sido rechazada por los tribunales.

Se condena, además, al referido abogado, al pago de costas.

9 comentarios:

  1. ¿ Que pasaría si se le demandara a él, por no atender las peticiones de sus clientes y negarse a solicitar la titularidad de su filatelia, todo ello, conforme al art. 80 de la Ley Concursal, DERECHO DE SEPARACIÓN.

    Parece que algo va cambiando bajo el sol
    Muchas grácias, Milita

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  2. A éste Sr., también se le podría demandar por defender intereses contrapuestos. Defendió a los clientes que negaban haber comprado filatelia, a la par que también defendía a aquellos otros que decían que sí la habían comprado y querían que se le reconociera su propiead.

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  3. Cuánto me alegro.... para que no se crean tan prepotentes de amenazar a los pobres ahorradores expoliados e indefensos.

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  4. Caray, Villa: Cortito el mensaje, pero contundente. :-)
    Saludos, majete.

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  5. Con sus indignas y desleales actuaciones, siempre según su docto y sapiente saber y entender, (y tal vez, algo más), este señor nos ha hecho la puñeta a miles, pero de qué manera. Alguna vez tenían que volverse las tornas en su contra.

    Cada vez va quedando menos para que se haga JUSTICIA, con mayúsculas.

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  6. ¡¡A este señor se le podría demandar por tantas coas si sus clientes supieran!!

    Después, que fueran los Tribunales -como ha sido el caso-quienes decidieran.

    Me alegro infinito de que le haya salido el tiro por la culata con la denuncia contra AUSBANC.

    Esta Asociación, con sus fallos y sus aciertos, es la que, con diferencia, más se lo ha currado por los afectados (Algunas de las actuaciones -esplénidas por otra parte-) podrían haberle salido a Luis Pineda muy caras.

    El propio Gil Robles se opuso a ellas pidiendo que Ausbanc fuese condenado en costas en caso de perderlas.

    Me estoy refiriendo, por ejemplo, a la recusación de la administradora concursal nombrada por la Agencia Tributaria, que finalmente prosperó, porque el juez de lo mercantil la apartó del concurso.

    ¡¡Ni os cuento la millonada que habría tenido que pagar Pineda de no haber prosperado su denuncia!! Eso que le tendría que haber "agradecido" al señorito Gil Robles.

    Como véis algunas situaciones de la vida se parecen al acto de arrojar un boomerang: lo lanzas y, más tarde o más temprano..¡¡zas!! se da la vuelta y te golpea en plena cara.

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  7. Resulta cuanto menos paradójico el hecho de que bastantes clientes de Afinsa, asociados a la rimbombante Federación Nacional de Plataformas Blancas, antes de tomar la decisión de sumarse a la iniciativa puesta en marcha de recurrir a la defensa de Manos Limpias para intentar recuperar los importes incautados, preguntaran insistentemente sobre qué pasaría si se desestimara la denuncia del Gabinete Jurídico del Sindicato y el Tribunal los condenara a pagar las costas judiciales.

    Ante tal inquietud, dirigí formalmente una consulta a los responsables jurídicos en ese sentido, y amablemente se me contestó que tal posibilidad no era esperable, ya que se intentaba ir por derecho y sin ambages, a reclamar lo que en justicia considerábamos que nos correspondía, sin que para que se nos atendiera, recurriéramos a lesionar los intereses ni de los Tribunales propiamente dichos, ni de ninguna entidad física ni jurídica.

    Curiosamente y que yo conozca, los que yo llamo los “listos” de la Federación, jamás le advirtieron a su ilustre letrado, que tuviera cuidado contra quién o quiénes se interponen querellas y recursos, no fuera que los Tribunales desestimaran las mismas y los condenaran al pago de costas procesales. Porque no debe perderse de vista, que las demandas, las querellas y demás zarandajas, las interponen “D.ª Mª Teresa Crespo de la Rosa y cincuenta y nueve mil más…”. Por tanto y a tenor de los amplios poderes otorgados al ilustre letrado, pudiera ser que las costas a las que ha sido condenado el ínclito, tuvieran que sufragarlas esos cincuenta y nueve mil más, incautos y víctimas de sus malévolos procederes.

    Yo ya me desligué hace meses de sus horribles vínculos y puedo decir a voces que lo hice “GRATUITAMENTE”. Por tanto, no me cabe ningún temor de verme incurso en ese supuesto, pero de no haber sido así, ya me tendría preparada una denuncia contra los dirigentes de mi Plataforma, por su negligencia y dejación de funciones inherentes a sus responsabilidades.

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  8. Vaya comentario bien traído, Anónimo.

    Te felicito por la coherencia de tus planteamientos, y de tus actuaciones.
    Salds,

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