El 11 de Enero de 2008, bajo el título "El ideal de ZP", escribí una Muralla que ponía de manifiesto, entre otras cosas, la terrible inseguridad jurídica que ofrece un país -más exactamente España- capaz de intervenir dos empresas pujantes -Afinsa y Fórum Filatélico- y de cargarse todo un sector de inversión: el de Bienes Tangibles y de Colección-, para satisfacer los deseos de la Banca y, más concretamente, según opinión generalizada entre los expoliados, de Emilio Botín.