domingo, 12 de febrero de 2012

Caso Afinsa: Aplicándole "la navaja" a la inspectora Yábar - 12.2.12



Pedro J. Ramirez dedica hoy su "Carta del Director" al famoso franciscano inglés Guillermo de Ockam.

Así, en una columna titulada "Bajo la navaja de Ockam", en la que el periodista despliega su archiconocido -y aburrido- sapiencial estilo narrativo, Ramírez  transita en esta ocasión por  vericuetos filosóficos repletos de entradas, salidas, citas y alusiones, que convierten en retorcido y críptico un texto que, siguiendo las tésis del propio Ockam, debería resultar de fácil comprensión.

Pivotando en torno a la sospechosa sentencia del TAS en el "Caso Contador", y haciendo gala de un soberbio alarde intelectual, silogismos incluidos, construye Ramírez una interminable y soporífera columna que apunta a la famosa teoría de la navaja franciscana  como herramienta útil para resolver, "de un tajo",  el más que sospechoso proceder del Tribunal.

Su lectura -no he podido evitarlo-, me ha traído a la memoria una columna que incorporé a "Las Murallas", en un lejano mes de enero de 2008, en la que bajo el título "Aplicándole "la navaja" a la inspectora Yábar",  señalaba las famosas tesis del franciscano Ockam, y desgranaba las razones por las que estas serían de total aplicación a la hora de intentar despejar, de una vez por todas, el descerebrado comportamiento de una frívola inspectora que, en solitario o en compañía, siguiendo las órdenes del gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, ha llevado a una empresa ejemplar - Afinsa- a la ruina, y. por el mismo "precio", ya que estábamos, también a sus más de 190.000 clientes y trabajadores en calidad de compañeros de tan macabro y exterminador viaje.

Para amantes del circunloquio en la narrativa, aquí  dejo el enlace a la columna-laberinto de Ramírez. (Leer más)

En cuanto a mí, (perdón por la auto-cita), esto fue lo que publiqué el 17 de enero de 2008, con respecto a la Yábar.

Todo apunta a que ese resultado final que en 2008 intuí como cercano -me equivoqué en cuanto a la proximidad de fechas, lo reconozco- ahora si que está ciertamente al llegar.



APLICÁNDOLE "LA NAVAJA" A LA INSPECTORA YÁBAR

Guillermo de Ockham, fraile franciscano y filósofo escolástico inglés, oriundo de Ockham, un pequeño pueblo de Surrey, aportó algunos postulados muy interesantes a la filosofía medieval del momento (siglo XIV) De todos ellos, el de la “Navaja de Ockham”, es el más conocido. Según dicho postulado,

"Non sunt multiplicanda entia praeter necessitatem".

O lo que es lo mismo: No hay que multiplicar los entes sin necesidad.

Con su famosa frase, Ockham aconseja que, ante situaciones de gran complejidad, se debe reducir al mínimo el número de motivos y objetos a los que tenemos que recurrir para justificar algo, lo cual implica que, ante un conjunto de teorías ofrecidas para explicar un hecho hemos de preferir, en general, la más simple.                               
                                    
Para explicar lo sucedido en el día de ayer en la Audiencia Nacional, e intentar comprender los comportamientos y declaraciones de la inspectora de la Agencia Tributaria Doña Maria Teresa Yábar Sterling tenemos que recurrir, inevitablemente a los postulados de Ockham. Así, y siguiendo la lógica de su razonamiento, podríamos decir, sin temor a equivocarnos que:

a)    o está completamente loca;
b)    o es una supina e incapaz ignorante ó 
c)  debe su actitud arrogante a que se siente amparada y protegida por alguien de mucha entidad.                                
                             
Cualquiera de estas tres explicaciones al “fenómeno Yábar” - o tal vez las tres -, harían algo más fácil el comprender que, a día de hoy, los ahorros de 190.000 familias se encuentren confiscados y las vidas de muchas personas estén destrozadas. No hay otra manera de entenderlo. Ni de justificarlo.                             
 
Pues bien: si esta mujer está loca, que la encierren; si es una ignorante e incompetente funcionaria,  que la destituyan; y si está protegida por alguien más poderoso que ella – y que todos nosotros -, que se investigue. Lo que de ninguna manera podemos tolerar, es que un ser tan enloquecido, incapaz y desafiante, continúe al frente de sus obligaciones como funcionaria de la Agencia Tributaria, ni que se le conceda ni un minuto más de credibilidad cuando, ante el juez y el fiscal, dice que “se ratifica” – basándose en sus “opiniones”, “supuestos” y “elucubraciones personales”-, en el contenido de un informe remitido a la fiscalía anticorrupción y en el que insta a la misma - y bajo gravísimas acusaciones -, a actuar contra los administradores de Afinsa.

El espectáculo ofrecido por este personaje durante todo el tiempo que duró su declaración en el día de ayer, fue bochornoso. Después de escucharle decir que reconocía que algunas de las graves afirmaciones recogidas en su informe no eran más que su “mera opinión” y que construyó dicho informe en base a
“suposiciones, opiniones y elucubraciones personales” - la mayoría de las veces sin contrastar-, al tiempo que admitía sin ningún tipo de rubor, que “ no sabe nada de la legislación norteamericana a la que se acogió la empresa Broehan Design”, ni tampoco del sector de actividad al que se dedica su director Mr. Broehan, ni del valor de los objetos de los que en un principio negó su existencia, (afirmación de la que se desdijo cuarenta y ocho horas antes de su comparecencia) una se pregunta: ¿Qué puñetas sabe en realidad esta mujer? ¿Dónde está su credibilidad como testigo? ¿Qué hay en realidad detrás de todo esto?

El calificativo de “frívola” con el que definió su actitud el abogado de la defensa D. Javier Gómez de Liaño en sus declaraciones a la prensa, nos parece impecableme en términos lingüísticos, pero elegantemente insuficiente.
 
No es solamente frívola, sino ciertamente miserable, quien desencadena una querella criminal contra varias personas mediante un informe absolutamente carente de rigor y veracidad, para reconocer, posteriormente y ante el hecho de ser citada por el juez, que, con respecto a dicho informe,cometió un error”; “que actuó con ligereza”.

Por amplio que pueda resultar en su aplicación el concepto, no puede ser solamente frívolo quien acusa a terceros de “blanqueo de capitales” para, posteriormente, admitir que no había comprobado una sola de las transferencias efectuadas desde la empresa Autenctia a Estados Unidos, todas y cada una de las cuales contaba con el control, visto bueno, supervisión y autorización del Banco de España.

Como tampoco guarda relación alguna con la frivolidad, el hecho de que, habiéndosele formulado una pregunta sobre sus afirmaciones referentes a la no-aparición en Internet de rastro alguno de la empresa Autenctia, y ante la evidencia mostrada en ese mismo momento por la defensa en sentido contrario en cuanto a que existe rastro abundante de dicha compañía que incluye información sobre la fecha de su creación y del propietario de los dominios en la red, esta funcionaria kafkiana declarase que “cuando ella lo buscó en Internet no lo encontró”.

Ni siquiera los postulados de Ockham, resisten ante esta simplista demostración de dislocación mental.                        

Según parece, la señora Yábar tendrá que volver a declarar el día 31 de este mismo mes. Eso, sencillamente, no lo entiendo. No alcanzo a comprender – por mucho que lo intento - que el juez Pedráz siga adelante con esta instrucción. Que ayer mismo no pegase un mazazo encima de la mesa diciendo: “Hasta aquí hemos llegado, señora. Para burlarse de alguien, elija usted a otro”, y acto seguido pusiera fin a esta pesadilla resolviendo a favor de Afinsa.

Aquí, mi teoría de la navaja – como todas las teorías, al fin y al cabo - se viene abajo. Y entonces, ante la falta de explicaciones plausibles – y posibles - que justifiquen una segunda declaración de esta inspectora, comienzan las preguntas, las conjeturas y las hipótesis: ¿Quién está presionando al Juez Pedráz para que no archive este caso de una vez? ¿Qué – o quién - está impulsando a la Fiscalía a actuar como está actuando? ¿Qué intereses bastardos se ocultan detrás de la ruina de una empresa de la talla de Afinsa, de sus miles de trabajadores y de 190.000 familias? ¿Hasta cuándo van a permitir que esta enorme bola de nieve que se mantiene en equilibrio inestable sobre muchas cabezas, siga engordando mientras “ellos” permanecen ciegos ante la evidencia de que cuando, por fin, eche a rodar, se les va a llevar a todos por delante?

Al parecer, la inspectora pidió protección policial para acudir ayer a la Audiencia Nacional; según ella, “había recibido amenazas”. Y se la dieron (la protección). La introdujeron camuflada en un vehículo policial – como hacen con los criminales para evitar su linchamiento -. Seguramente volverán a “camuflarla” la próxima vez que acuda a declarar. Y así entrará, esquivando las terribles iras y el peligro que ofrece una masa enloquecida de tan solo 20 pacíficas y honestas personas, que defienden sus intereses y exigen que se haga justicia porque están siendo víctimas del desequilibrio mental – o de algo más - de esta inspectora, esgrimiendo como única y terrible arma de destrucción, pedazos de papel con frases que exigen justicia, escritas en ellos. Además de todo lo anterior, cobarde.                         

Pues que no se preocupe. Que no tema. Ni un minuto más de mi tiempo voy a dedicar a apostarme – muerta de frío - ante la puerta de la Audiencia, ni a enfrentarme a ninguno de los policías cancerberos que custodiaban su entrada y su salida. Ni yo, ni ninguno de mis compañeros. Con lo de ayer ya tuvimos bastante. Al fin y al cabo, sé – sabemos - que ya queda menos.

Cada día que pasa se acerca más el momento en que sea la justicia quien haga acto de presencia. Y se la lleve. A ella. De nada le servirá pedir “escolta”. No podrá entonces seguir pidiendo amparo refugiándose bajo los faldones de la Fiscalía. Todo apunta a que, tarde o temprano, esta funcionaria miserable tendrá que asumir las consecuencias de sus actos. Y pagar por ellos.

A la vista de lo que sucedió ayer en la Audiencia Nacional, y ante el cúmulo de contradicciones, imprecisiones y suposiciones lanzados por esta impulsora de la intervención y “testigo principal” de la misma, resulta evidente que este procedimiento abierto contra Afinsa no se sostiene. Y que ella, “La Yábar”, esa “tonta útil” que puso en marcha todo esto, no goza de absolutamente ninguna credibilidad.

Es una infame liante y una embustera. Reduciendo toda esta compleja y rocambolesca historia a lo más simple, el final apunta, cada vez más, a que nosotros, los clientes, recuperaremos nuestros ahorros y todos los imputados en el caso Afinsa, su dignidad. Porque finalmente se va a hacer justicia. De la manera más sencilla, con un “corte limpio” que despeje de un solo tajo tan inmunda complejidad, llegará el archivo de la causa. La famosa navaja ya va estando lo suficientemente afilada como para cortar limpiamente “este pastel” que algunos tienen entre manos desde hace tiempo. Y eso va a suceder muy pronto.  Estoy segura.                              

Desde La Muralla… ¡¡seguiremos resistiendo!!                   
 

NOTA: Ante esta rocambolesca situación, ¿qué piensan hacer nuestros abogados?.

8 comentarios:

  1. Si ésta persona realizó tales declaraciones ante el juéz, la reclamación formulada por el Sindicato Manos Limpias, si está bien fundamentada, hará que el Estado sea civilmente responsable.
    Lástima que, para éstos casos, no pueda aplicarse la pena de prisión permanente revisable. Aunque, no es menos cierto, que existen muchas maneras de estar en prisión, como es la prisión de tu propia conciencia que, día tras día, te recrimina las canalladas que un día de tu vida cometiste. A veces, ésto es mucho peor que estar entre barrotes.

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  2. Las realizó, amigo anónimo, las realizó.
    Slds,
    Mila.

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  3. Lo tenemos a huevo :

    CODIGO PENAL:
    CAPÍTULO V. DE LA ACUSACIÓN Y DENUNCIA FALSAS Y DE LA SIMULACIÓN DE DELITOS


    Artículo 456

    1. Los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal, si esta imputación se hiciera ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación, serán sancionados:
    1º) Con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito grave.
    2º) Con la pena de multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito menos grave.
    3º) Con la pena de multa de tres a seis meses, si se imputara una falta.

    2. No podrá procederse contra el denunciante o acusador sino tras sentencia firme o auto también firme de sobreseimiento o archivo del Juez o Tribunal que haya conocido de la infracción imputada. Estos mandarán proceder de oficio contra el denunciante o acusador siempre que de la causa principal resulten indicios bastantes de la falsedad de la imputación, sin perjuicio de que el hecho pueda también perseguirse previa denuncia del ofendido.


    Artículo 457

    El que, ante alguno de los funcionarios señalados en el artículo anterior, simulare ser responsable o víctima de una infracción penal o denunciare una inexistente provocando actuaciones procesales, será castigado con la multa de seis a doce meses.

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  4. O sea. Que por una parte tenemos que : Si la guarriflús se reafirma en lo de las elucubraciones mentales, ha cometido un delito de denuncia falsa tras reconocer ante Santiago Pedraz que su denuncia no estaba basada en hecho concreto alguno, si no, tal y como manifestó en elucubraciones. Y si, por otra parte, mantiene como cierto el contenido de la denuncia mediante la cuál actuó la Fiscalía, entonces, estaría cometiendo otro delito, como es el de falso testimonio.
    Lo cojamos por donde lo cojamos, ésta guarra va a ser quien al final pague los platos rotos,por que, mas de 6 años después de su denuncia, aún no se ha podido demostrar que los hechos denunciados fueran ciertos.

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  5. Está bien eso de Guillermo o Williams de Ockham y su navaja, pero visto lo visto y sabido lo que se sabe, yo preferiría el uso de otro tipo de navaja como más contundente y menos erudita pero más esclarecedora. Con ella a la vista, se acaban “suposiciones, opiniones y elucubraciones personales”. Las cachorreñas y divagaciones desaparecen, y los caprichos de la gente se pierden como por encanto.

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  6. Existe una alta probabilidad de que los artículos aplicables fueran los siguientes:

    DE LA PREVARICACIÓN DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS Y OTROS COMPORTAMIENTOS INJUSTOS.
    Artículo 404.

    A la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años.



    DEL COHECHO.
    Artículo 419.

    La autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, recibiere o solicitare, por sí o por persona interpuesta, dádiva, favor o retribución de cualquier clase o aceptare ofrecimiento o promesa ****para realizar en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los deberes inherentes**** al mismo o para no realizar o retrasar injustificadamente el que debiera practicar, incurrirá en la pena de prisión de tres a seis años, multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a doce años, sin perjuicio de la pena correspondiente al acto realizado, omitido o retrasado en razón de la retribución o promesa, si fuera constitutivo de delito.

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  7. ME HE QUEDADO ESTUPEFACTA

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  8. Pues bien sabéis, por que lo publicado en el foro reiteradas veces, es que la actitud de la mayoría de los abogados, que dicen defendernos, por lo menos mi despacho, y habiéndoselo reiterado por mi parte la solicitud de que están haciendo en este caso, "NO HACEN NADA DE NADA".

    Y con respecto a la YABAR, como a esos dos jueces que nos tienen en vilo, rezo todas las noches, para que les llegue su castigo, por todo el castigo que estamos padeciendo nosotros por esta casta de sinvergüenzas.

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