En nuestra entrada de ayer dábamos traslado de lo que aparenta ser una maniobra torticera y manipuladora de cara a los clientes de Afinsa. (Enlace)
Como en esto de recordar hechos y actuaciones del pasado, una cosa lleva a la otra, conviene traer a la memoria colectiva un lamentable episodio del que ya nadie se hace eco pero que, en su momento, dio mucho que hablar, y que también guarda relación con el exclusivo, destacado e importante papel que jugaba Afinsa, en el selecto mundo del Arte. Veamos.
Como en esto de recordar hechos y actuaciones del pasado, una cosa lleva a la otra, conviene traer a la memoria colectiva un lamentable episodio del que ya nadie se hace eco pero que, en su momento, dio mucho que hablar, y que también guarda relación con el exclusivo, destacado e importante papel que jugaba Afinsa, en el selecto mundo del Arte. Veamos.
El 16 de enero de 2008, una frívola inspectora de la Agencia Tributaria prestaba declaración en la Audiencia Nacional, con relación al contenido de un informe, por ella elaborado, en el que un ambicioso e importante proyecto empresarial puesto en marcha por Auctentia, filial de Afinsa, y Brohan Design, empresa estadounidense participada por la propia Auctentia y por Torsten Bröhan, compañía alemana dedicada a la venta de arte y antigüedades, era considerado, por sus santas narices, nada más y nada menos, que un delito.
Según constaba en el referido informe, en octubre de 2000, y a través de Auctentia, Afinsa había realizado una primera aportación de 512.000 euros a Bröhandesign Inc., aportación esta que se vería incrementada en años posteriores hasta alcanzar la cifra de 1,29 millones de euros, a los que habría que añadir un préstamo por un importe de 64.175 euros.
Todo ello arrojaría una cifra total de 1,36 millones de euros que, según la Fiscalía Anticorrupción, habrían sido presuntamente desviados por Afinsa a Estados Unidos, a través de Auctentia.
Sin embargo, a la luz de los hechos, tal y como éstos se presentaron durante la vista, la realidad era bien distinta, de ahí que nadie (ni siquiera la muy ponzoñosa Europa Press), que en su día ya dio traslado de que dos informes de Hacienda contradecían los informes de la frívola Yábar, (enlace a noticia), se haya vuelto a ocupar del asunto.
Resulta evidente que, a la luz de los hechos, trasladar la verdad de lo que realmente sucedió no les conviene y, precisamente por eso, en Canal Afinsa, estamos en la muy gustosa obligación de recordárselo, a través de dos documentos de excepción:
Así es como A.C.U. Soluciones dio traslado de lo sucedido en la vista que tuvo lugar en la Audiencia Nacional, a través de su Boletín mensual...
Capítulo XVIII
TORSTEN BRÖHAN O LAS SURREALISTAS DECLARACIONES DE TRES FUNCIONARIOS DE LA AGENCIA TRIBUTARIA
Miércoles, 16 de enero de 2008.- María Teresa Yábar Sterling es recogida en su domicilio, introducida en un coche policial y llevada a toda prisa a la Audiencia Nacional. No está detenida. Ha solicitado protección a la Fiscalía porque va a prestar declaración y teme ser víctima de agresiones físicas. Un pequeño grupo de afectados de Fórum y Afinsa, muerto de frío, que lleva congregado a las puertas de la Audiencia desde las 8 de la mañana, es el autor del terror de la inspectora.
La declaración está prevista a las 10:00 h. A pesar de que el número de manifestantes es realmente reducido, no más de veinte, el nerviosismo de los policías que custodian la entrada aumenta a medida que se va aproximando la hora de la vista. Uno de los agentes, con gesto poco amable, obliga al corro vergonzante a cruzar la calzada; les aleja de la puerta principal. El comentario, entonces, surge espontáneo entre los concentrados: “Esto no lo hacen ni con los que vienen a manifestarse a favor de la ETA”.
La inspectora se retrasa. Finalmente, pasadas las diez de la mañana, el guardia encargado de accionar la barrera que franquea el paso a los vehículos, facilita el acceso a un coche de policía que se introduce, a todo gas, en el garaje de la Audiencia Nacional.
Los congregados en la calle Génova intuyen que dentro se esconde la responsable de su ruina económica. Todo ocurre en cuestión de segundos. La frustración es grande porque nadie ha podido ver su cara. Tampoco María Teresa Yábar ha visto los gestos de los perjudicados, ni ha alcanzado a escuchar los epítetos que le han lanzado, referidos a su enlucida jugarreta, ni las coplillas con fondo y música de canciones populares compuestas especialmente para ella; para celebrar una ocasión tan especial. Mejor.
El asunto por el que se la había citado a comparecer, en calidad de testigo, era el siguiente: Durante el periodo comprendido entre 1999 y 2003 Auctentia, filial de Afinsa, había realizado una serie de transferencias a Brohan Design, empresa estadounidense participada por la propia Auctentia y por Torsten Bröhan, compañía alemana dedicada a la venta de arte y antigüedades.
La empresa Bröhandesign Inc. fue un proyecto compartido entre Auctentia y Torsten Bröhan, propietario de la empresa Bröhanart Inc.
El profesor Bröhan es un consumado especialista en arte de la Escuela Bauhaus, Constructivismo y Diseño Histórico y Contemporáneo del siglo XX y finales del siglo XIX. Su prestigiosa carrera profesional le ha llevado a colaborar con más de cincuenta museos a nivel internacional, tanto en la realización de exposiciones como en la adquisición de piezas o colecciones de su especialidad.
Extraordinario coleccionista, Mr. Bröhan fundó en 1995 el primer Fondo Mutual de Inversión en Arte, el Global Art Fund, en colaboración con D.G.Bank Luxembourg, obteniendo con él un gran éxito. Mr. Bröhan inició sus colecciones ya desde la juventud. Su padre, también coleccionista, fundó un museo en Berlín especializado en Art Nouveau y Art Decó que, a día de hoy continúa llevando su apellido.
En 1999, el Gobierno Español adquirió su colección de cristal de diseño, la más completa e importante del mundo, junto con la biblioteca de arte que la complementaba. Esta colección fue exhibida de 2001 a 2003 en varios museos de Europa y Norteamérica, entre ellos el Cooper-Hewitt Nacional Design Museum, constituyendo el acto la más exitosa exhibición realizada por este prestigioso museo, hasta ese momento, con más de 280.000 visitantes. La adquisición de esta colección, cuyo importe fue de 800 millones de pesetas, resultó posible gracias al acuerdo al que llegó el Gobierno Español con AFINSA y el BBVA para la compra de la colección por ambas empresas, y su posterior entrega al Estado como pago de impuestos.
En lo relativo al proyecto del portal por Internet llamado Bröhandesign, lo componían, de forma integrada, los siguientes apartados:
- Museo Virtual Interactivo con imágenes en tres dimensiones.
- Revista especializada en diseño histórico y contemporáneo con toda la información relevante a nivel mundial en esta especialidad.
- Galería Virtual para exposiciones temporales.
- Sala de presentaciones y exhibición de trabajos de nuevos creadores.
- Centro de formación virtual donde impartir cursos y conferencias.
- Servicios para profesionales y coleccionistas relacionados con la adquisición, venta y conservación de piezas o colecciones de esta especialidad.
Pues bien, a raíz de un demencial informe redactado por la inspectora Yábar en 2006, año de la intervención, este ambicioso proyecto empresarial sería considerado un delito. Según constaba en dicho informe, en octubre de 2000, y a través de Auctentia, Afinsa había realizado una primera aportación de 512.000 euros, a Bröhandesign Inc., aportación esta que se vería incrementada en años posteriores hasta alcanzar la cifra de 1,29 millones de euros, a los que habría que añadir un préstamo por un importe de 64.175 euros. Todo ello arrojaría una cifra total de 1,36 millones de euros que, según la Fiscalía Anticorrupción, habrían sido presuntamente desviados por Afinsa a Estados Unidos, a través de Auctentia.
Sin embargo, a la luz de los hechos, tal y como éstos se presentaron durante la vista, la realidad es bien distinta. Tras las declaraciones quedaría constatado que este proyecto, cuyos ingresos provendrían de las cuotas de socios y abonados, de comisiones y anunciantes, era único en su género. Su detallado plan de negocio, realizado desde Nueva York por Fabian Birgfeld, especialista del diseño y desarrollo estratégico de las mejores Web-sites de Europa y Norteamérica, contemplaba que el proyecto entrase en equilibrio presupuestario a los tres años de su creación, después de cubrir todas sus fases de desarrollo e implementación. Según lo previsto, el portal de Internet generaría beneficios en el año 2005.
Obviamente, la puesta en aplicación de esta iniciativa requería una gran inversión en tecnología y en organización especializada; sería más de 35 personas las que colaborarían en la empresa. Para financiar el plan de inversión previsto, además de las aportaciones de los promotores y socios fundadores, se contaba con la incorporación de otros socios y patrocinadores que ya habían mostrado su interés por el proyecto y estaban dispuestos a participar en su lanzamiento.
Una vez arrancado el proyecto, sin embargo, una serie de lamentables acontecimientos afectaron la continuidad de esta incipiente empresa. A la crisis de los negocios en Internet de 2001 hubo que sumar la tragedia del 11-S, con importantes consecuencias derivadas para las iniciativas empresariales en general, y para aquellas ubicadas en Norteamérica y especialmente en Nueva York, en particular.
En este contexto, a pesar de los esfuerzos realizados durante 2002, fue imposible desarrollar el plan de negocio previsto. Los nuevos inversionistas y socios necesarios para su desarrollo paralizaron sus decisiones, lo cual obligó a disminuir las inversiones y gastos, reduciendo con ello la dimensión del proyecto. A la vista de las dificultades, en enero de 2003 se tomó la decisión de cerrar la compañía tan pronto como fuera posible.
En el año 2003, la situación era la siguiente: los activos de la empresa eran, por un lado, la propiedad del portal de Internet, con el registro de todos sus dominios y más de 1.700 imágenes digitalizadas de los más importantes objetos de diseño histórico y contemporáneo a nivel mundial, además de un gran archivo documental ya digitalizado. Por otro lado, la empresa contaba con una colección propia de 40 piezas, valorada por especialistas en un rango de 500 mil a 700 mil dólares.
Sin embargo, y por los imponderables anteriormente referidao, a finales de 2003, se acordó finalmente la liquidación de la empresa y sus bienes, recibiendo los socios determinados activos, a razón de su participación en el capital social de la empresa, 45% para Auctentia y 65% para Bröhandesign.
Las trasferencias hechas por Auctentia, fueron realizadas, por lo tanto, para cubrir su parte de la inversión en la nueva empresa creada, Broehan Design, Inc., que tenía como objetivo dedicarse a la venta de arte a través de Internet.
Nunca sabremos por qué Yábar vio indicios de delito en una transacción de este estilo, ni qué fue lo que pasó por su cabeza ante ese movimiento contable de transferencias, pero a la vista de cómo se las gasta el personaje, no debemos descartar que la funcionaria se dijera para sus adentros: “Ya los tengo. Esto es blanqueo de dinero y desvío de capitales”.
Sea como fuere, intuición o supina ignorancia, lo cierto es que eso, exactamente, fue lo que hizo constar en un informe en el que afirmaba que los fondos de arte propios de la nueva empresa no tenían valor alguno y que las transferencias realizadas por Auctentia eran ilegales. En el mismo documento imputaba como autores de los supuestos delitos al Consejo de Administración de Auctentia, así como a Albertino de Figueiredo y a su hijo, Carlos de Figueiredo, como miembros del mismo. Sin embargo, tan graves acusaciones no tardarían en venirse abajo. Sería nada más comenzar la vista. A continuación, una síntesis de lo sucedido.
A las 10:30h, con rigurosa puntualidad, comienza la inspectora una declaración que se prolongará, sin descanso alguno, hasta las 13:00h, y en la que tiene que asumir, frente a la realidad de los hechos, las numerosas contradicciones contenidas en su informe.
A preguntas del abogado de la defensa, Gómez de Liaño, la inspectora no tiene más remedio que reconocer que había construido todo el documento basándose en “suposiciones”, “opiniones” y “elucubraciones personales” –así es como ella misma las califica-, no contrastadas en su mayoría. Increíble.
Así las cosas, y aunque las aturulladas declaraciones de Yábar deberían haber dado un giro importante al procedimiento porque la inconsistencia de su testimonio no avalaba en modo alguno su credibilidad, el gatuperio judicial, va a seguir adelante. No sucede absolutamente nada. Aún siendo verdaderamente grave lo que la funcionaria de la A.T. estaba exponiendo, peor resultaría ser la pasividad e inacción demostrada por el juez Pedraz ante lo declarado. En lugar de inferir que se encontraba frente a una funcionaria de la Agencia Tributaria que mostraba una actitud cuanto menos frívola -tal y como declarase a la salida de la vista Gómez de Liaño, siempre prudente y comedido en sus manifestaciones-, y proceder por ello al inmediato archivo de la causa, Pedraz prosigue con el procedimiento.
Un informe tan plagado de inconsistencias como el de la inspectora debería haber llevado al juez a reconvenir seriamente a la autora y a cuestionar cualquier otro informe como el que dio lugar a la propia intervención de Afinsa, el principal, que había sido también redactado por quien declaraba actuar “en base a supuestos”. Pero no.
Un breve resumen de lo más granado de las declaraciones de la inspectora, tal y como se dio a conocer mediante nota de prensa, es lo que sigue a continuación. Juzgue el lector.
- Mª Teresa Yábar reconoció en su primera comparecencia “haber cometido ligerezas” en un informe, que se construyó basándose en suposiciones, opiniones y “elucubraciones personales” (tal y como ella misma las calificó), la mayoría de las veces sin contrastar.
- Reconoció no saber nada de la legislación norteamericana a la que se acogió la empresa Broehan Design, como tampoco del sector de actividad al que se dedica Mr. Bröhan, ni del valor de los objetos, si bien no tuvo empacho alguno en afirmar que algunos objetos que ella tiene en su casa son más valiosos que aquellos que forman parte de la colección de Mr. Bröhan.
- Reconoció haberse equivocado en la relación de personas que formaban el Consejo de Administración de Auctentia y reconoció también, pese a lo indicado inicialmente en su informe, que los objetos artísticos existían aunque, según ella, no tenían valor, opinión contraria, como se le hizo saber, a la de los expertos de la firma Sotheby’s, en una de cuyas subastas se vendieron algunas de las piezas.
- Preguntada al respecto sobre sus conocimientos técnicos en relación con estos objetos, manifestó que no poseía ninguno.
- Ante las preguntas de Gómez de Liaño de si había comprobado si las transferencias de dinero que se hicieron desde Auctentia tenían el control y visto bueno del Banco de España, Yabar manifestó que no realizó comprobación alguna ante ese organismo. Tal y como quedó comprobado, las transferencias se hicieron de Banco a Banco, perfectamente identificados, y con la autorización y supervisión del Banco de España.
- Declaró no conocer el plan de negocio de Broehan Design, ni sus fuentes de ingresos, ni siquiera si era una empresa de tráfico comercial o de contenidos en la red.
De locos.
Todavía tendrá lugar una segunda comparecencia de Yábar fijada por el juez para el 31 de enero. En fechas previas a la misma, la inspectora intentará corregir su primer informe con un escrito que introducía importantes cambios en relación con lo expuesto anteriormente. Entre otros, su reconocimiento explícito de que, efectivamente, los objetos de arte existían y que ahora sí le constaba su valor.
Afirmará igualmente que sí conocía el destino de las aportaciones económicas de Auctentia, que no era otro que los Bancos con los que trabajaba la empresa Broehan Design; que esos envíos a EEUU se hicieron con el conocimiento, autorización y control del Banco de España y que no se produjo ningún otro envío de dinero por procedimiento no conocido oficialmente.
Cuando, en un momento de esta segunda comparecencia, el abogado de Broehan Design se dirige a ella y le demuestra que en Hacienda habían realizado mal la liquidación del Impuesto de Sociedades de Auctentia del año 2004, y que de haber procedido correctamente a la formulación de los asientos correspondientes, no hubiera sido posible imputar delito fiscal alguno, la inspectora, sin inmutarse lo más mínimo, contesta que ella no verificó esa liquidación del Impuesto de Sociedades “por falta de tiempo”. Con una desfachatez apabullante reconoce igualmente no haber presentado al obligado tributario la declaración complementaria correspondiente.
Éste es, sin más, el personaje que desencadenó la intervención de dos empresas, Afinsa y Fórum Filatélico, cuyo cierre ha llevado a la ruina a más de 460.000 personas, a la destrucción de miles de puestos de trabajo y a la desaparición de un potente y activo sector de inversión relacionado con el arte: el de bienes tangibles y de colección. Ésta es la inspectora de Hacienda, en posesión de un vasto currículo en inspecciones del ramo de la hostelería, que entró por primera vez en la sede social de una multinacional, Afinsa, estableciendo comparaciones con el chiringuito financiero que era Gescartera. Ésta es, sin más predicamentos, María Teresa Yábar Sterling, familiarmente conocida por quienes han resultado perjudicados por la intervención de Afinsa como “La Yábar”.
Querida Mila:
ResponderEliminarMás que por ese capítulo del “Saqueo de Afinsa” recuerdo a este ser despreciable llamado Yábar, desde los primeros días del desgraciado robo perpetrado por aquél gobierno de filibusteros, sinvergüenzas y golfos que manejaban y saqueaban este país.
Sí, recuerdo bien aquél día todavía del mes de mayo del 2.006, cuando un director regional de Afinsa me contó que todo se había desencadenado a raíz de la visita como inspectora de este desgraciado ser al que tantas veces he condenado y seguiré haciéndolo por el resto de mis días.
Tanta fue mi indignación que llegué a conseguir su teléfono privado y el de su oficina. A la segunda o tercera vez que lo intenté, logré hablar con ella en su casa ya que por aquellos días se encontraba de baja por enfermedad (según me dijeron en el teléfono de la oficina) y digo todo esto sin miedo alguno, porque cuando pude hablar con ella no la insulté, ni amenacé, ni dije nada que se me pudiese imputar como delito o falta alguna. Simplemente le dije que ojalá todo el daño que había causado se volviese contra ella, así lo deseaba, sigo deseándolo con todo mi ser y lo seguiré deseando hasta el resto de mis días.
Luego a través de los distintos foros me enteré que había pedido escolta y que se había cambiado de domicilio o al menos esa era la noticia que se difundió. Me imagino que con tanta gente perjudicada, no fui el único que tuvo malos recuerdos para ella. Y lo que me extraña es que aún siga viva después del trabajito sucio y nauseabundo que realizó; que para mí y bastante más gente, que fue un “encargo” o “intercambio de favores”, ya que por aquellos entonces recuerdo haber leído también una pequeña “biografía” de la historia de su familia, que por cierto y dicho sea de paso, estaban todos bien colocados, pues también se decía que tenía cierto parentesco con el ministro Moratinos y que su consorte se dedicaba al negocio de obras de arte, o que era entendido en esta materia. Todo ello me ha ido viniendo a la memoria mientras volvía a leer este capítulo.
Por cierto que todos aquellos datos los perdí a consecuencia de un fallo del ordenador, posterior sustitución del mismo y por obligado retiro a causa de enfermedad.
Por cierto, me gustaría saber que ha sido de esta alimaña carroñera, llamada familiarmente “Maritere” como la llamó su apéndice aquél día cuando le dijo: “Maritere, te llama un compañero” ¿Lo recuerdas Maritere?
Tuve ocasión de haberla visto en persona durante el incidente concursal de Afinsa (finalmente, a pesar de haber sido citada, al igual que Manuel Conthe), ninguno de los dos fue llamado a declarar, pero no quise ni verle la cara. Opté por un prudente "mutis por el foro".
ResponderEliminarOtros compañeros, sin embargo, si tuvieron ocasión de "departir" con la ilustre, y tengo entendido que el intercambio de opiniones fue de lo más surrealista.
A tal punto de "sapiencia" llego la señora -esa misma que no sabe distinguir, tal y como relato en El Saqueo de Afinsa", la diferencia que existe entre un sello real y un pliego de fotocopias- que en su docta "charleta" con los perjudiciados, se permitió hacer alarde de sus enooooooooooormes conocimientos filatélicos, diciéndole a uno de los clientes que le mostró la filatelia que obraba en su poder (¡¡algún día se arrepentirá de haberla entragado!!) "Pues mira, este sello, si que vale. Este otro no. Este, sin embargo, no está mal. Y este.... este no vale nada", o algo parecido. ¿Cómo lo ves, Josanpe?
El daño que esta persona nos ha hecho no tiene calificativo, ni parangón alguno, en la historia del bandolerismo interventor de los podridos gobiernos socialistas de España.
Pero esta fechoría no quedará impune, te lo aseguro. Tarde o temprano todo saldrá a la luz, y rodarán cabezas.
Al tiempo.
(Cuidate mucho).