Colabora - 26.9.11

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 MI TEORÍA SOBRE LA INTERVENCIÓN

Primera parte

Es solo una impresión que tengo después de leer y de oír tanto como se escribió y se dijo sobre nuestro caso. Nada es fortuito en nuestra historia. Ni siquiera la ignorancia combinada con la maldad en una mezcla explosiva manejada por el gobierno de Rodríguez Zapatero, lo es. Siendo malos por definición, que lo son, accedieron a los primeros puestos en la escala de poder, revestidos con una indumentaria de ignorancia que no fue fortuita tampoco, porque ya traían el marchamo de su necedad.

Faltos de una preparación académica idónea a los altos cargos que debían desempeñar, la sustituyeron por grandes dosis de progresía, en el convencimiento de que navegar sin rumbo y sin ningún plan de viaje previamente determinado, supondría un aliciente aventurero que era lo que necesitaba el país en las circunstancias aquellas posteriores al 11 de Marzo de 2004.

Y como todo valía porque hicieran lo que hicieran no tenían capacidad para discernir una cosa de la otra, pues algunos listos como los miembros arrogantes de la banca, se aprovecharon para tratar de sanear sus cuentas, proponiendo al partido vencedor en los comicios, que les devolvieran los cuartos que les prestaron para financiar su campaña electoral. Mal asunto ese, cuando se enfrentan dos sinvergüenzas tratando de buscar soluciones a sus respectivos problemas. Uno de ellos, recién llegado a las bancadas gubernamentales sin recursos para atender tamaña petición, y dispuesto a “transar” cualquier cosa a cambio de alejar el fantasma de la devolución, sin haber tenido ni tiempo para adueñarse de lo que pretendía.

El otro, avezado luchador en las arenas del circo y conocedor de las dificultades que iba a tener para recuperar su legítima pertenencia porque quien iba a lidiar en la batalla carecía de dignidad en el más amplio sentido del vocablo, vio la posibilidad de “negociar” una salida airosa al desacuerdo y no dudó ni un segundo en ofrecer un trueque a cambio de nada, que encandiló al oponente, ya que no tendría que desprenderse de nada que llamara la atención, y en cambio le resultaría fácil, muy fácil, organizar una trama bien urdida, y eliminar a quien a su bondadoso mecenas le estaba causando quebraderos de cabeza. Afinsa Bienes Tangibles, S.A.

Y eso por qué, habría que preguntar. Sencillo; Afinsa había adquirido recientemente a través de su filial norteamericana Escala, a otra empresa A-Mark, que comercializaba con metales y piedras preciosas, con la autorización expresa del Departamento del Tesoro de los EE.UU. Es decir, que mediante una operación mercantil con las complejidades inherentes, Afinsa y el Gobierno de los EE.UU, en cierto modo, habrían sido “socios” en el mercado del oro, del platino, la plata, del paladio y en el mercado gemológico. Y a esta situación, había que añadir la firme intención y más que probable certeza de salir a cotizar en la Bolsa española del brazo de Citigroup.

Con más de ciento noventa mil clientes satisfechos y mantenidos durante cinco lustros; con una crisis económica anunciada por los expertos internacionales y despreciada por los ignorantes del gobierno de España, habría que volver a preguntar: ¿Dónde iban a destinarse los ahorros de esa ingente cantidad de clientes y los que por simpatía se adhirieran a la experiencia…?  ¿En la compra de bonos del estado…? ¿O acaso en fondos de inversión, de rentabilidad “vertiginosa”, ofrecida por la banca…? ¿En la adquisición de nuevas viviendas cuando el boom inmobiliario ya se había desinflado por los costos de las hipotecas…?

No, señores, no; yo no lo podría asegurar, pero con una probabilidad muy considerable de acertar, el dinero de los ahorradores españoles se habría canalizado sin demasiadas dificultades, a la adquisición de bullions de oro, o lo que es lo mismo que oro amonedado, siendo un bien tangible, como lo es el platino, la plata y cualquier piedra o metal preciosos.

El Vigía

(Continuará) 

MI TEORÍA SOBRE LA INTERVENCIÓN

Segunda parte

….. //  a la adquisición de bullions de oro, o lo que es lo mismo que oro amonedado, siendo un bien tangible, como lo es el platino, la plata y cualquier piedra o metal preciosos

Por tanto, la primera derivada que se obtiene de esta ecuación, es impedir a toda costa que la presencia en el mercado de las empresas de bienes tangibles, proliferaran. Y aunque la que hacía sombra a los planes acumuladores de la banca era Afinsa, ¿cómo atacar y acosar a una dejando incólume a la otra, es decir a Forum Filatélico?

Debió ser entonces cuando alguna mente prodigiosa de las altas esferas socialistas debió deducir que el escándalo de destruir una empresa y dejar a la otra tal cual, iba a parecer como demasiado descarado y tampoco eso convenía a los planes expansivos del gobierno. Por lo tanto, por el mismo precio y casi con el mismo esfuerzo, se destruyen las dos, y la segunda, que se joda, que algo habrá hecho mal.

«”¡Bueno, pero es que hay más…!”» ― ¿Cómo que hay más…? ¿No quedamos en que eran dos filatélicas importantes y que las otras no eran más que tenderetes de compra y venta de sellos, monedas y cachivaches de colección…?

«”Sí, pero es que de Bienes Tangibles también están “Arte y Naturaleza” y “Bosques Naturales”». ― Vamos, no me fastidies, Tobías,  ¿Y esos quiénes son ahora…? «” Pues otros que andan enredando con no sé qué cosa de los árboles, que si repoblando montes y prados, y con obras de arte que subastan y esas cosas”». ― Venga ya, hombre. Ya está bien de tanto cachondeo, que esto hay que espabilarlo. Apáñatelas como creas, pero esa cosa de los Bienes Tangibles en la forma que sea, tiene que desaparecer, ¿estamos…?

Y detrás del telón de esta escena, surge la imperiosa necesidad de preparar una justificación del por qué el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero da la orden de irrumpir de manera abusiva y atropellada en la función que se representa, y se tienen que escudar en la vulneración de alguna ley que ampare los atropellos. Mucho que les hubiera gustado alguna violación de la ley de enjuiciamiento criminal, o de la ley de procedimientos  civiles e incluso del código penal, pero no vislumbraron indicios de que así fuera y algún otro espabilado del equipo, debió apuntar a la Ley Concursal, de la que nadie tenía repajolera idea de qué iba y se dijeron: ― “Marica el último… ¡A por ellas, y que no queden ni rastros…!, Que ya llevamos mucho tiempo perdido, y la banca está nerviosa...”

«”Pero si esa ley me dijeron a mí que era para las empresas en quiebra y estas van sobradas de éxito …”».

― Tobías, tú calla y di en la Audiencia que vayan a por todas, que algo habrán hecho mal en más de un cuarto de siglo que llevan funcionando. Y además, que hagan desaparecer  los informes y actas de inspección que se hayan llevado a cabo desde veinte años atrás y hasta el día de hoy, y que no quede rastro de nada. Que si ya nos llevamos en su día por delante a Rumasa y a la puñetera abejita, a ver quién nos impide arrasar con lo que nos dé la gana en un país que está siempre de puentes, de ferias, de romerías y de fiestas locales.

Previamente a esta situación final, ya se habían puesto en marcha los mecanismos de destrucción allende los mares, con las ventas en corto de los Hed Founds, entre los cuales me pareció haber leído apellidos y parentescos muy conocidos en el mundo de las finanzas españolas. Así mismo, los ataques contra Afinsa en la prensa especializada, las visitas a España de personajes siniestros con los conchabeos ya conocidos, y con la denuncia ante la Fiscalía de un ciudadano extranjero, que hace escaparse de los moldes lo descabellado de la mala acción que se iba a perpetrar.

Además y como otro de los recursos, también hubo tiempo para que desde la médula rectora del Grupo Santander, se incitara al Comisario de Arte del Grupo, para que su esposa, inspectora de la agencia Tributaria, se ofreciera “voluntariamente” a inspeccionar a las dos empresas filatélicas más representativas del país, y además,  simultáneamente a las dos; a Afinsa y a Forum Filatélico. 

El Vigía
(Continuará) 


Tercera parte

….. // para que su esposa, inspectora de la agencia Tributaria, se ofreciera “voluntariamente” a inspeccionar a las dos empresas filatélicas más representativas del país, y además,  simultáneamente a las dos; a Afinsa y a Forum Filatélico.

Cualquiera podría pensar que era persona avezada en la inspección de empresas de subastas de arte y de coleccionables en general; pues no, el “hábitat” reconocido como más idóneo a sus cualidades como inspectora, eran las Vaquerías, Cafeterías y Granjas, siendo quizás esta última, la razón que justifique el que se la hubiera visto de manera periódica por cierto distrito barcelonés, donde como todo el mundo conoce, son como bastante populares las llamadas granjas. Aunque a decir verdad, después de la fecha en que se pronunció la Sentencia de la Sala Tercera de lo Contencioso de la Audiencia Nacional, dejó de vérsela por donde periódicamente hacía sus visitas a la Ciudad Condal (¿?).

Posteriormente, próximas las fechas de la intervención, como broche de cierre de la prenda elaborada tan celosamente, y como guinda del pastel preparado con tanto esmero, la famosa entrevista en el Hotel Atrio de Valladolid, que dio nombre a la operación policial que acabó con las esperanzas de cientos de miles de ciudadanos españoles y portugueses, que desde entonces vamos peregrinando en busca de una justicia que repare el daño causado y haga recaer su peso sobre los causantes del mismo.

Y claro, a estas alturas de la película en las que estamos, se desprende que una combinación de maldad mezclada con ignorancia, condujo a los descerebrados del ejecutivo de “Rodríguez” a escudarse en la Ley Concursal para intervenir a las empresas, cuando en el ámbito de la misma ley ninguna de las dos empresas, tenían cabida; pero habían sido obligadas a entrar en la vía del concurso de acreedores por estafa, teniendo para ello que falsear consideraciones societarias y sus contabilidades, y hacer entrar en el juego judicial, las elucubraciones y las percepciones subjetivas.

Nunca hubo ninguna denuncia por estafa en toda su dilatada trayectoria mercantil, nunca hubo apercibimiento de ningún organismo regulador del mercado, nunca se dejó de cumplir con las obligaciones laborales, sociales y tributarias y por tanto, nunca tuvo que haberse intervenido a las empresas y mucho menos, impedir cautelarmente su funcionamiento, motivando la ruina de sus clientes.

Hasta aquí, mi particular interpretación de lo que yo entiendo que pudo suceder para complacer a la acaparadora banca nacional, temerosa de perder su hegemonía en el mundo financiero de un país ― el nuestro ―, adocenado, sin voluntad, acomodado al pasotismo y a la indolencia, que por dejarse domeñar, hasta consintió que se le arrebataran sus valores más identificativos y ancestrales.

Y todo, porque la banca y sus arrogantes gestores, contaron con la maldad unida a la ignorancia de unos advenedizos que como fuerza invasora, ocuparon el país al rebufo de unas desgraciadas explosiones, cuya onda expansiva les hizo adueñarse de la gobernación de los intereses nacionales, con un faisán revoloteando por los cielos de la patria.

El tiempo demostraría una vez más, que los únicos intereses que hicieron prevalecer, fueron los suyos propios y los del Partido que los encumbró.

Así pues, al conjuro pronunciado por unos avariciosos y codiciosos banqueros, coreado por los ineptos y malvados que tuvieron el “poderío” de ordenar la destrucción de todo un sector del tejido productivo nacional, se debe la desventura y desesperación de más de un millón de ciudadanos entre directos e indirectos, que han visto usurpados sus derechos,  incautados sus ahorros y arruinadas sus vidas, muchos de ellos en el último tramo de su existencia.

Al menos, esta es mi particular versión

El Vigía