domingo, 13 de noviembre de 2011

Caso Afinsa: Tengo una pregunta para Pérez Rubalcaba.

En todos y cada uno de los mítines que celebra últimamente, el candidato socialista Pérez Rubalcaba lanza la misma acusación contra el Partido Popular: "Si se conociera el programa oculto del PP, la gente correría en dirección contraria". 

Ante esta insidiosa arenga lanzada, una y otra vez por "el candidato",  mi pregunta a Pérez Rubalcaba, detallada y extensa, pero ajustándome escrupulosamente a la realidad de los hechos consumados, es la siguiente:  ¿En qué página del programa del Partido Socialista para las elecciones del 2004 figuraba la intervención de las empresas Afinsa Bienes Tangibles y Fórum Filatélico, que ustedes iban a llevar a cabo tan solo dos años después de llegar al gobierno de España, tal y como consta a lo largo de cuatro páginas de un documento de la propia Ejecutiva Federal del Partido Socialista, hecho público diez días después de la intervención?

Medio millón de españoles, arruinados por la intervención del gobierno del que usted  formaba parte, esperamos su respuesta.




(Transcripción literal del párrafo primero del documento: "Es el Gobierno socialista, a través de la Agencia Tributaria, quien denuncia los hechos ante la Fiscalía Anticorrupción en julio de 2005").

P.S. Al hilo de lo anterior, no nos vendría nada mal un paseo por las hemerotecas para echar un vistazo al siguiente artículo del diario ABC, fechado en diciembre del 2008.

Diario ABC.
Actualizado 15/12/2008 - 10:17:04


Era por el mediodía de un agitado 9 de mayo de 2006 cuando estallaba el escándalo de Forum y Afinsa, dos enormes empresas que, hasta el momento, contaban con todos los parabienes de la CNMV, del Banco de España, del Ministerio de Consumo, y de algunos otros organismos que nos garantizan -supuestamente- el perfecto funcionamiento del sistema. Sin embargo, de la noche a la mañana, estos dos grandes grupos empresariales que, incluso, tenían la desfachatez de apadrinar causas nobles y apoyar el deporte, se convirtieron en dos chiringuitos dirigidos por chorizos y tarambanas donde se vendían duros a cuatros pesetas, levantaban pirámides de cartón-piedra y se llevaban la pasta de muchos incautos.

Por vía de urgencia, la Audiencia Nacional, que es ese feudo en el que lo mismo reviven dictadores que perecen capos de la droga, se puso a los mandos de la operación para salvar al mundo de estas dos lacras. Los jueces-vedette sacaron sus mejores galas y con sus cuchillos justicieros empezaron a destripar la pieza. Metieron entre rejas a los culpables -poco tiempo, eso sí- y se pusieron a investigar aquello que tan a podrido olía. A Pedraz, una de las vedettes-juez, le tocó en suerte Afinsa y, raudo cual Hermes de pies alados, encargó un informe a un grupo de peritos judiciales «altamente cualificados». De tal encargo se cumplen ahora dos años y medio y, a la petición del abogado Gómez de Liaño sobre las conclusiones que ya se han debido de extraer a partir del informe, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y la alta cualificación de sus hacedores, han contestado que la conclusión es que no hay conclusiones, que si no consiguen información, que si los de Mónaco y las Islas Vírgenes no quieren desvirgar la intimidad de sus clientes, que si la abuela fuma.


Sería la releche que, después de la que armaron Rubalcaba y sus secuaces aquel nueve de mayo, se demostrara que no había para tanto, que aquellos negocios no eran más que eso, negocios en los que se vendía y se compraba según las leyes del mercado, es decir, según esa máxima del comercio que dice que las cosas valen lo que te den por ellas. Muchos, Rubalcaba, te esperamos.


2 comentarios:

  1. Hay que tener cara, para, con esa cara, pretender representar a nuestro país, que por muy depauperado que esté, debido a él y a sus correligionarios, sigue siendo un país con el que se cuenta cuando se recupere de esta pavorosa dolencia que ha padecido durante casi ocho años, ― y aun la sigue padeciendo en sus últimos estertores virulentos y malignos ―, aunque el daño infringido pueda parecer que la epidemia de “peste socialera” la llevara arrastrando desde muchas décadas.

    Lo más parecido que encontré a este “mono mentiroso” en el escaparate político internacional, es ese tal Mahmoud Ahmadinejad, que apañados van también con él, allá donde lo sufren. Recordemos que en el mamarracho de debate que se nos ofreció con todo el boato y la parafernalia tan usual en la mentalidad de los del puño y el capullo, a este candidato rijoso y cutre, le hicieron un tuneado de dientes para que ante las cámaras, no asomaran esas caries tan horrorosas que le vienen aconteciendo desde que, en esos laboratorios por los que esta rata se desenvolvía, se empeñaba en chupar todo feldespato ortosa y la calcopirita que encontraba; más tarde, mucho más, lo que chuparía sería la sangre de los españoles.

    Claro lo tuvo el autor del artículo de ABC al que Mila nos conduce con su certera mano. El periodista Fernando Conde, bien que intuyó lo que iba a terminar sucediendo en aquel obrador de cobardes osadías, entre los políticos despreciables ― capitaneados por este crótalo siempre agazapado ― y los jueces vedette como él mismo los califica. Y todo, para que al final, se logre demostrar que (como dice el autor) “no había para tanto”. Pero el daño causado, no tiene fácil restitución; es mas, yo diría que en muchos casos, ya no la tiene.

    Rubalcaba, somos muchos los que te esperamos.

    Anónimo

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  2. Yo ya le hice mi preguntita al "monjito" y que fue la siguiente:

    ¿Es verdad sr. Rubalcaba que Vd. dijo: "A estas dos empresas las quiero muertas".

    No sé si me contestará.

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