domingo, 3 de junio de 2012

Caso Afinsa: ¿Cuando van a reconocer en público las verdaderas razones por las que intervinieron Afinsa? - 3.6.12




                                                                                

                                                                                  “Estoy a favor de la verdad, la diga quien la diga. Estoy a favor de la justicia,  a favor o en contra de quien sea." (Malcolm X)


A nada que los clientes de Afinsa presten atención a los titulares de la prensa económica de los últimos días, con toda seguridad les parecerá estar viviendo un impresionante "dejá-vu".

Resulta imposible no recordar la similitud de lo que se está publicando, con hechos que tuvieron lugar en tiempos pretéritos -año 2006, e incluso antes-,  cuando una orden del gobierno socialista, del muy infame Zapatero, se llevó por delante una empresa ejemplar y con ella el patrimonio -también algunas vidas- de sus miles de clientes.




Así, titulares como: “Koplowitz, Dancausa, Tocino, Oña, … los “insiders” se hinchan a comprar , o este que reza: “Otra filtración maliciosa a la prensa hace un nuevo jirón a España. Primero fue el “Financial Times”, después “The Wall Street Journal” y ahora “Der Spiegel”, y todo en la misma semana. El Gobierno observa con impotencia cómo crece la bola mediática”, nos transportan a los días de la infamia, cuando, posiblemente dirigida por el "comando Rubalcaba",  la prensa española (salvo contadas excepciones), masacraba la reputación de Afinsa (también de Fórum), con la "versión oficial" de la "estafa piramidal", causando tanto cuanto daño pudiera, y empleándose a fondo en la difusión del dogma, hasta petrificarlo.

O incluso mucho antes, cuando los "insider traders", o lo que es lo mismo: esa caterva de buitres carroñeros que se auto-califican como "inversores", y "brokers", y que gozaban de información privilegiada  para atacar con la compra de "acciones a corto" la filial de Afinsa en U.S.A., Escala, a pesar de que las acciones subían como la espuma lo cual, dicho sea con todas las letras, en términos de inversiones rentables, es una solemne memez; salvo, como digo, para todos aquellos que, en su calidad de insiders, allá por el verano de 2005, tuvieran conocimiento de que la suerte de Afinsa estaba echada, y que con su asesinato estaríamos ante una bajada fulminante de las acciones de Escala y consiguieron embolsarse una pila de millones de dólares, gracias a la intervención.

La guinda de ese pastel trufado con "deja-vu" la pone hoy un artículo de La Gaceta. Tomado del Blog "Sociedad Civil", de Mario Conde, el ex-banquero, interpela a Rodrigo Rato, sin ambages,  con una pregunta directa: "¿Tendría la honradez de contar por qué hicieron lo que hicieron con Banesto?", que da paso a lo que sigue: (la negrita es de Canal Afinsa).

 
  • Rato y la honradez moral

    Hoy está peleando por decir lo que entonces negó, o cuando menos no se atrevió a desvelar,

    Rodrigo Rato, ex ministro de Economía, ex director del FMI y ex presidente de Bankia, presentó el pasado jueves una carta, creo que en el consejo de Caja Madrid, en la que analizaba “el Plan de Recapitalización de Bankia por importe de 22.000 millones de euros”. En una primera puntualización aclara que el importe real es de 22.000 millones de euros, aunque debido a una serie de ajustes técnico-contables se queda en 19.000 millones, que es la cifra oficial difundida por los nuevos gestores para reclamar fondos al Estado.

    Lo que me importa de esta carta es la siguiente frase: “En efecto, se trata de provisiones contables y no de pérdidas reales ya producidas con salida de caja alguna; son provisiones por posibles pérdidas futuras, bien sea porque la cartera de participadas o los inmuebles adjudicados valgan menos en el futuro cuando se tengan que vender y se vendan, bien sea porque en el futuro se produzcan mas impagos de préstamos (mora)”. Correcto. Es exactamente lo que expliqué en un programa de Intereconomía y lo que publiqué en un artículo en el Foro de la Sociedad Civil. Así es: las provisiones no son técnicamente pérdidas. Ni hoy ni nunca. Es más, debería añadirse que la experiencia contrastada demuestra que esas provisiones en épocas de recesión se recuperan en alto porcentaje en las de bonanza.

    Pero lo que reclama mi atención es algo mucho más denso, importante y de mayor calado nacional y personal que una mera obviedad técnico-contable bancaria. Me refiero al caso Banesto y su comparación con Bankia. En 1993, Rodrigo Rato era portavoz económico y hombre claramente ligado a Aznar, entonces líder de una oposición poco valorada que acababa de perder unas elecciones generales por segunda vez. Pocas dudas quedan, salvo para quienes quieren vivir divorciados de la verdad, de que existió un acuerdo entre Aznar, líder de la oposición, y González, secretario general de un PSOE que, por primera vez, daba muestra de cierta rebeldía frente a su líder, a la sazón presidente del Gobierno. Ambos acordaron intervenir Banesto. Su argumento: el presidente de ese banco controlaba medios de comunicación y su actuación y discursos afectaban al Sistema. Por ello, sometiendo al Banco de España, gobernado por un débil gobernador, ya fallecido, de nombre Rojo, y utilizando como arietes a Narcís Serra, vicepresidente del Gobierno, y Miguel Martín, subgobernador político del Banco de España, consumaron la operación política. Luis María Anson lo explicó, como testigo presencial, en Intereconomía.

    ¿Cómo lo hicieron técnicamente? Bien fácil: encargaron al Banco de España que transformara provisiones en pérdidas. Primero le dijeron que que se inventara provisiones, como, por ejemplo, el crédito de Juan Miguel Villar Mir. Ordenaron adicionalmente que provisionaran incluso créditos a entidades públicas, que técnicamente no son provisionables. A continuación, sentenciaron: ese monto son pérdidas reales y para dotar de dimensión popular al caso calificaron al engendro contable de “agujero”, que es expresión impactante para la opinión publica. A continuación, convocaron de urgencia al Parlamento, nada menos que un 30 de diciembre, para evidenciar que todos los grupos políticos –insisto, todos– sin analizar ni una línea de balances o cuentas, declarasen magníficamente intervenido Banesto, y proclamasen, a instancia del diputado Montoro, la exigencia de responsabilidad de todo tipo a su presidente y consejeros.

    Rodrigo Rato no supo de la intervención hasta que, en la mañana del día 28 de diciembre, su primo, mi querido amigo Vicente Figaredo, se lo dijo por teléfono. Rato consultó con Aznar y este lo confirmó: “Si Mario Conde vende al BBV y se va, no pasa nada” ¿Qué hizo Rodrigo Rato? Seguir la línea oficial que Aznar impuso en el PP –no todos participaban de ella– y González en el PSOE: hablar de agujero, de pérdidas, de quiebra y de responsabilidades penales. Nunca aclaró que Banesto no tenía pérdidas reales, definitivas, sino potenciales. No dijo entonces, en su condición de responsable económico del PP, lo que hoy relata y precisa, con razón, de sí mismo. Ante dos situaciones idénticas, en un caso se apuntó a la política de partido movida por intereses oscuros. En otro, el suyo, el de Bankia, a la pura técnica de contabilidad.

    Siempre he dicho que no soy juez, que no me gusta juzgar, que no guardo rencor y que creo en algo Superior. Hoy Rodrigo Rato explica su actuación con algo evidente, pero que negó a otros en idéntico caso. Y que sirvió de excusa para privarles de libertad y de hacienda. Y dicho esto, añado: es inmoral e injusto trasladar toda la responsabilidad de Bankia a Rodrigo Rato. Tiene razón cuando aclara que esas provisiones de Bankia vienen de “inversiones inmobiliarias que se hicieron en el pasado”. Es obvio. Tiene responsabilidad, claro, pero ni mucho menos exclusiva. Ni siquiera principal. Y no sólo por lo de las pérdidas potenciales, sino porque un hombre solo ni aunque se empeñe es capaz de provocar un daño de semejante dimensión en una entidad bien organizada, en la que existen directores, gestores, auditores internos... Pero hace 20 años se empeñaron en convertirme en el único responsable de un agujero inventado. Allí estuvo Rodrigo Rato. Hoy está aquí, peleando por decir lo que entonces negó, o cuando menos no se atrevió a desvelar en su verdadera dimensión.

    Y como sigo siendo romántico, me pregunto: a la vista de todo esto, ¿tendría Rodrigo la honradez moral, personal y política de contar a la opinión pública por qué hicieron lo que hicieron con Banesto, conmigo y derivadamente con miles de personas? La historia y la verdad se lo agradecerían y yo, en mi nombre, en el de familia y amigos, consejeros y directores de Banesto de entonces a quienes alcanzó injustamente el agravio y el insulto. Y creo que a corto plazo él se sentiría más a gusto consigo mismo consumiendo verdad reconocida que mentira falseada. Es un servicio a este país. No quiero retornos al pasado sino construir futuro, y este se edifica mucho mejor desde la verdad que sobre la falacia. Ni el rencor ni la venganza ocupan un sitio, por ínfimo que sea, en mi interior. Pero ojalá cumpla Rato con ese deber moral. En cualquier caso, haga lo que haga, yo seguiré ayudándole porque la verdad, como la fidelidad, no se basa en reciprocidades ni en intereses de clase o de otra naturaleza. En castellano disponemos de una palabra llamada dignidad. Suficiente.
El paralelismo entre lo que le hicieron a Banesto y lo que han hecho con Afinsa, resulta estremecedor.

¿Acaso no es esta maniobra del "agujero contable inventado" exactamente la misma que -salvando las distancias entre una contabilidad de tipo mercantil, que no debe provisionar, y una de tipo financiero- han puesto en marcha los saqueadores para cargarse a Afinsa?.

Así es como "El Saqueo de Afinsa" da traslado del embeleco que estos canallas han montado para laminar la compañía, cargarse a un tiempo el sector de Bienes Tangibles, y, de paso, darnos una lección a los consumidores para que nunca olvidemos aquella hilarante frase, pronunciada en sede parlamentaria, en la que, categóricamente, el ex-presidente de la CNMV afirmaba que "el dinero de los españoles donde tiene que estar es en los bancos",  (Manolo Conthe, gran ignorante en inversiones en tangibles, y maniático de las "repos", dixit).


Capítulo VI

UNA INTERVENCIÓN DE DISEÑO

Vale la pena recordar que, el día de la intervención, el Grupo Afinsa contaba con más de 20 empresas distribuidas por nueve países alrededor del mundo, un 68% de participaciones en Escala Group, empresa norteamericana que cotizaba en el NASDAQ, 140 delegaciones, una plantilla de 800 trabajadores fijos y 3.853 asesores comerciales, y una cartera de clientes satisfechos y leales a la compañía en número de 190.609. Ese era el auténtico valor del Grupo Afinsa.

Todo ello quedaría destruido en pocas horas; en minutos, tal vez. Las inversiones de los clientes, los valores filatélicos, su organización de profesionales y su red de ventas, el patrimonio inmobiliario de la empresa, los puestos de trabajo directos e indirectos, las acciones en empresas participadas, los beneficios obtenidos al cierre de 2005 y el extraordinario fondo de comercio de la empresa, representado por su prestigio internacional y por su capacidad de hacer negocios en el mundo, fue literalmente barrido, arrasado, el 9 de mayo de 2006. Y en el saqueo, se llevaron por delante los más de 150 millones de unidades filatélicas, propiedad de los clientes, valoradas según catálogos en más de 2.100 millones de euros, que estaban depositadas, por nuestro libre deseo y voluntad, en las cámaras acorazadas situadas en el edificio del Palacio de Gamazo, sede central de Afinsa, en la calle Génova, de Madrid. A pocos metros de la Audiencia Nacional.
El diseño de la intervención de Afinsa abarca ramificaciones políticas, judiciales, empresariales, económicas y mediáticas, dentro y fuera de España, ninguna de las cuales habría funcionado por sí misma, sin el apoyo de las demás. Resulta difícil desenredar la maraña de falsedades urdidas en torno a esta empresa, tratarlas una por una, de forma  independiente. Todas se entretejen formando un monumental entramado de acusaciones y mentiras, una compleja tela de araña en la que Afinsa, y sus más de 190.000 clientes hemos quedado atrapados, paralizados, arruinados.
Los hechos van demostrando que no existía motivo alguno para  intervenir la compañía. Había que inventar una buena razón. Y una vez fabricado el embeleco, ordenar la intervención y posterior suspensión cautelar de sus actividades. De lo primero se ocuparía una desconocida y gris inspectora de la Agencia Tributaria, llamada María Teresa Yábar Sterling, con amplio currículo profesional en el sector de la hostelería. De lo segundo, el propio Gobierno Socialista, de José Luis Rodríguez Zapatero.
De las consecuencias judiciales derivadas de todo ello, nos vamos a ocupar a continuación. Pero, antes de entrar en materia, con el único fin de simplificar  -que no de trivializar- el relato de lo sucedido y en aras a una mejor comprensión del montaje urdido,  invito al lector a que me acompañe en un breve y sencillo  ejercicio de imaginación.
Pensemos en un empresario ficticio al que llamaremos Jaime. Este emprendedor es propietario de un selecto centro comercial dedicado  exclusivamente a la moda juvenil, que lleva funcionando, a pleno rendimiento y sin ningún problema, durante los últimos veinticinco años. Con el fin de prestar un mejor servicio a los clientes, cuenta  con una zona privada de aparcamiento.  El próspero negocio de Jaime, conocido en toda la ciudad,  cumple con todos y cada uno de los requisitos legales (permisos, licencias de apertura, trabajadores dados de alta en el régimen de la Seguridad Social, etc.,), con los que debe cumplir una actividad de esta naturaleza y está al corriente de todos los pagos relativos a impuestos y tributos.
Un buen día,  a media mañana y sin previo aviso, el centro comercial es invadido, a punta de pistola, por la policía.  Los clientes que desayunan tranquilamente en la pequeña  cafetería del centro, ven cómo los agentes arrojan al suelo violentamente el café y los desayunos que están consumiendo, y por los que ya han pagado, al tiempo que son conminados,  junto con los empleados, a abandonar el recinto. Otros clientes, que  ya han efectuado algunas compras, son expulsados a empellones y sin miramiento alguno a la calle, mientras observan perplejos cómo, tanto los artículos ya comprados, como el importe abonado por su compra, se esfuman ante sus propios ojos.
En tan sólo unos minutos, el centro comercial es  precintado y con él todos los coches que en esos momentos se encontraban dentro del aparcamiento. A Jaime le cierran el negocio. Alguien le ha delatado por cometer una serie de supuestos delitos, y las acusaciones son muy graves. La licencia, le dicen,  no es la relativa a un centro comercial que vende ropa para jóvenes y por lo tanto no puede continuar funcionando como tal. Alguien ha decidido que en su negocio lo que en realidad se hace es ofrecer "micro-créditos" financieros a los jóvenes careciendo, naturalmente, de la correspondiente autorización para llevar a cabo semejante actividad. Se lo llevan detenido bajo la acusación de captar y engañar a los clientes con la promesa de concederles cantidades a crédito para financier sus compras. Por si fuera poco, además del local, le embargan  todos sus bienes personales y patrimoniales. Por captar clientes, de manera masiva, a través de la concesión de micro-créditos” financieros, en lugar de vender, simple y llanamente,  moda juvenil de diseño.
Y para terminar de rematar la faena, advierten a todos los clientes que se han quedado sin su desayuno y a los que han perdido sus compras y su dinero, que la culpa de todo la tiene Jaime que, por cierto, y  también según las acusaciones, ofrecía café y servicio de restauración igualmente sin licencia. Por supuesto, y ante la “gravedad de los hechos”, se quedan con todos los coches de sus legítimos propietarios –ahora dicen que son de Jaime- alegando que, de quién más podrían ser, ya que, a nadie se le ocurriría dejar sus coches aparcados dentro de semejante laberinto, con apariencia de legítimo centro  comercial.
El asunto –ciertamente surrealista-  tendría su aquél  siempre y cuando el lector no sea Jaime. O ninguno de aquellos a quienes han dejado sin sus trabajos, sus compras, sus desayunos, su dinero y sus coches. Esos mismos vehículos que aquella mañana ocupaban un  espacio seguro,  y reservado, dentro del aparcamiento.
Este ridículo ejemplo fabricado, guarda, sin embargo, un enorme paralelismo con lo sucedido con Afinsa.  Se trataba de buscar una excusa, de inventar un motivo inexistente para denunciar,  desmontar y saquear la empresa  y  expoliar los más de 150 millones de unidades filatélicas, depositados en las naves acorazadas de la compañía y propiedad de los clientes. El dudoso honor de la función delatora le corresponde a la inspectora de la Agencia Tributaria, María Teresa Yábar Sterling. Con ella, con sus actuaciones y declaraciones, da comienzo todo. Con Yábar y sus actos vamos a adentrarnos en la triste realidad de lo sucedido. Con toda su crudeza, en el auténtico caso.
Durante todos y cada uno de sus más de 25 años de existencia Afinsa había liquidado el IVA y el correspondiente Impuesto de Sociedades dentro del régimen de actividades mercantiles. Sus cuentas eran públicas y auditadas, y habían sido inspeccionadas sin salvedad alguna que cuestionase cualquiera de los aspectos que ahora se ponen en duda. Bajo este régimen, y no otro, operaba Afinsa. Como empresa mercantil que compraba, vendía y subastaba sellos y colecciones filatélicas, por encargo expreso de sus clientes, actuando como mera intermediaria en la operación.
Pero un buen día, María Teresa Yábar Sterling, inspectora jefe de la Agencia Tributaria y prima política del ministro de exteriores del gobierno socialista, Miguel Ángel Moratinos (José Manuel Cruz Valdovinos, Comisario de Arte del Banco de Santander y marido de Yábar, es primo segundo del ministro socialista de Exteriores), eleva un informe que sostiene lo contrario, y la vida de miles de personas, incluida la mía, cambia.
En ese informe, cuyas actas nunca se presentaron a la firma a pesar de haber transcurrido más de cuatro años desde la intervención, Yábar afirma que la actividad desarrollada por Afinsa es financiera. De ser válido este dictamen, los clientes no habríamos pagado un dinero a cambio de la compra de un bien: filatelia, sino que lo habríamos entregado en concepto de depósito, exactamente igual que se hace al realizar una operación bancaria. La filatelia constituiría un mero “subyacente” en la operación, es decir, un disfraz –o un pretexto, como se quiera ver-  para ocultar la naturaleza financiera de nuestra inversión.
A efectos contables, este asunto no es menor ya que, de ser  cierto,  esto obligaría a reformular las cuentas de la sociedad, traer a presente como deuda cierta los compromisos de reventa a terceros o de recompra pactados a futuro, incorporarlos al pasivo del balance y  colocar la filatelia que era propiedad de los clientes en el activo, una vez hubiese sido tasada y devaluada hasta un ínfimo 12% de su precio real de catálogo, gracias a la estimación –que no peritación- realizada  por cinco supuestos peritos filatélicos de los que aportaré algunos detalles adicionales más adelante.
Esta consideración arbitraria que invalida la operativa legal llevada a cabo por Afinsa durante sus más de 25 años de existencia como empresa mercantil, será asumida por los cuatro Administradores: uno Judicial y tres Concursales, que irán apareciendo en escena. Ellos serán quienes se encarguen de seguir, al pie de la letra, y en perfecta armonía de actuaciones, las tesis de Yábar. Me estoy refiriendo al  Administrador Judicial y también inspector de Hacienda, Javier Grávalos Olivella, y a los tres Administradores Concursales: Ana Fernández Daza, (inspectora jefe de la Agencia Tributaria); Benito Agüera (economista-auditor) y Javier Díaz Gálvez (abogado del bufete Roca Junjent).
De todos ellos, de sus más que controvertidas actuaciones contra  los intereses de la concursada y del papel protagonista que han jugado en el perjuicio económico ocasionado a 190.609 clientes, iremos viendo algunos pormenores más adelante. (...)
______________________

NOTA FINAL: para aquéllos incansables en la búsqueda de la verdad, esos mismos que no padecen el "síndrome del lector perezoso" y que, por encima de todo, están ávidos de conocer la implacable realidad de algunos hechos que otros se empeñan en manipular, por demoledora que esta sea, aquí va otra entrada  del Blog de Mario Conde,  "Fundación Civil", con fecha 30 de marzo de 2009, que no tiene desperdicio.

Para facilitar la identificación de algunos de los siniestros paralelismos que guarda el relato con la intervención de las filatélicas, el subrayado es de Canal Afinsa.


"Lo de Banesto es otra cosa".  

El artículo de Jesus Cacho en www.elconfidencial.com de ayer es muy ilustrativo. Lo mas importante de todo, en mi modesta opinión, es precisamente la opinión de Miguel Martín que en aquellos días, cuando sucedió lo de Banesto, fue el brazo político de la intervencion decidida por González/Aznar. Precisamente por ello su opinión es autorizada. Curiosamente, al ser preguntado al respecto por fuentes de el confidencial, según relata Jesus Cacho, asegura que lo de Banesto fue otra cosa. Y es verdad. Huelga decir lo obvio: una entidad se interviene por razones económicas o politicas. Si al ser preguntado por lo primero dice que fue otra cosa, no queda mas remedio que entenderle bien entendido. Y es que fue así.

El artículo merece figurar en este blog y por eso lo reproduzco, con independencia de que os aporte el link. Conviene retenerlo porque la intervención de Caja Castilla La Mancha va a dar que hablar.

El modelo FG de intervención de bancos.

 
Del susto todavía no se ha recuperado la mayoría de los que participaron, por activa o pasiva, en aquel episodio trufado de escándalo. O FG no se enteró muy bien de lo ocurrido en el caso Banesto o ha perdido la memoria, porque sugerir la aplicación de ese “modelo” al salvamento de nuestras Cajas y bancos con problemas es lo más parecido a un disparate. Con la expropiación de Banesto, como con la nacionalización de Rumasa, lo mejor es no meneallo. Por si las moscas, convendría repasar de forma sucinta la “tecnología” made in Spain seguida entonces, y hacerlo paso por paso, para el caso de que alguien, no desde luego el gobernador Fernández Ordóñez, alias MAFO, se decida un día de estos a intervenir la Caja Castilla La Mancha (CCM), por ejemplo, cuyo agujero, ironías de la Historia, es muy parecido al que supuestamente dio lugar en su día a la intervención del Español de Crédito: unos 600.000 millones del ala de las antiguas pesetas.


Primero. Para empezar por el principio, será necesario que la decisión de intervenir CCM la tome el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, y sin informar a sus respectivos partidos para evitar filtraciones. Así sucedió con González y Aznar en 1993. No en vano Rajoy todavía cuenta a quien quiere oírle que él no se enteró de la misa la media de la intervención del banco entonces presidido por Mario Conde. El Rey se lavará las manos y dirá que no puede intervenir: Juan Pedro, te has pasado de listo. Naturalmente que aquí y ahora será difícil sacudir al personal con el factor sorpresa, porque hasta la vecina del quinto, sus labores, está hoy al cabo de la calle de las angustias del sistema financiero, que ya se ha preocupado ella de preguntar a su cuñado si los cuatro euros que tiene en la cartilla de la Caja están seguros o hay que sacarlos para esconderlos en el colchón.

Segundo. Dos días después de la intervención se convocará pleno del Congreso de los Diputados, con intervención del Ministro de Economía. La casualidad hace que quien ocupa el sillón sea Solbes, el mismo que estaba en el oficio cuando lo de Banesto, lo que permite suponer que lo tiene fácil, porque con repetir el discurso que pronunció aquel 30 de diciembre de 1993, cambiando CCM donde diga Banesto, asunto concluido sin necesidad de castigar las neuronas.

Además de Solbes, deberán intervenir los representantes de todos los grupos políticos de la Cámara, que en dos días, como sucedió entonces, tendrán tiempo sobrado para estudiar los balances y demás prolija documentación financiera capaz de arrojar luz sobre el hemiciclo de las justas razones financieras y económicas que justificaron la intervención entonces, y de lo justa, equilibrada y necesaria que resultará ahora la de la Caja que preside Hernández Moltó, el del “míreme a los ojos, señor Rubio”.

Tercero. La sesión extraordinaria del Parlamento deberá ser, como entonces, transmitida en directo por televisiones y radios nacionales y extranjeras, para escarnio de los gestores y escarmiento de los cachazudos impositores que no saben con quién se juegan los cuartos ni a quién confían su dinero. Más emocionante aún: dos meses después de la intervención de CCM, los inspectores del Banco de España presentarán informe explicando por qué se intervino. Sí, ya sé, lo normal es hacerlo al revés, pero como se trata de seguir el “modelo Banesto”, pues lo primero es intervenir y después explicar por qué se interviene. Como es norma, se convocará la inevitable Comisión de Investigación del Parlamento con la intención de llegar a saber cómo el señor Moltó se ha gastado los duros de los impositores manchegos en proyectos faraónicos, tal que el aeropuerto Don Quijote, y ad maiorem gloriam de los cuatro caciques locales (Díaz de Mera y por ahí). Ante dicha Comisión comparecerán los representantes de todos los grupos políticos. Para la ocasión se podrán recabar los servicios del señor Montoro (PP) y de la señora Araoz (PSOE), que ya tienen la lección aprendida de Banesto, lo cual facilitará mucho las cosas.

Cuarto. A esa Comisión, como entonces, serán llamados los representantes de la vida social y económica, con Juan Abelló a la cabeza, naturalmente, pero también con los Amusátegui (sería interesante que cifrara el agujero del coetáneo BCH que, sin embargo, no fue intervenido), Entrecanales, Del Rivero, Pérez y otros egregios especímenes de la cultura del pelotazo. Más que nada para que cuenten cómo hacerse ricos en la España de los 4 millones de parados. Del Rivero podría disertar, por ejemplo, sobre la innata sabiduría que es preciso atesorar para no suspender pagos a pesar de estar quebrado, al margen, claro está, de ser amigo de ZP. Entrecanales, por su orden, podría relatar cómo se “españoliza” una eléctrica como Endesa, Enel mediante, también con la ayuda de ZP y saliendo del intento con 2.000 millones de plusvalías. Para la lección magistral, en fin, deberían comparecer los Albertos, prestos a aleccionar sobre cómo, a pesar de haber sido condenados en firme por estafa, no han pisado la cárcel gracias a los buenos oficios de su amigo el Rey Juan Carlos I. A ver si aprende Conde, pringao, que ya tiene guasa haber sido el único banquero que ha ido a parar a la cárcel en la España de la corrupción.
La oferta ganadora deberá ir sin firma.

Quinto. Llegado el momento, se sacará a subasta el banco o la entidad (un problema en este caso, tratándose de CCM) después de  que el presidente en funciones o interventor salga en televisión (aquí es importante contar con Alfredo Sáenz como locutor) diciendo que la acción no vale nada, que eso es quiebra total. Esta es la mejor manera de despistar a la competencia, mientras, de tapadillo, pasamos las cifras de verdad a quien ha prometido darnos un empleo bien remunerado para el futuro. A la hora de la presentación de plicas, es también esencial que alguien (que, a ser posible, deberá llamarse Emilio y apellidarse Botín) presente una oferta que supere en dos o tres veces el precio sugerido oficialmente por el de la tele, lo cual asegura que al Emilio Ybarra (BBV) de turno, que era por entonces el patrón que le pagaba el sueldo a Sáenz, se le quede cara de panoli de por vida. Y eso sí, algo absolutamente imprescindible para la adjudicación: es obligatorio que la oferta ganadora vaya sin firmar, que los ricos de toda la vida tienen estos caprichos y no se trata de cabrearles por un quítame allá esa rúbrica.

Y sexto. Una vez adjudicado el banco o la entidad intervenida al mejor postor, que obviamente será el de la plica sin firma, se le otorgarán las ayudas públicas pertinentes para que en apenas un año pueda demostrar cómo, gracias a la maravillosa gestión desarrollada, las pérdidas millonarias de meses antes se  transforman de repente en beneficios ingentes. Si algún problema surgiere, sería suficiente con una nueva llamadita a Sáenz. Y como hay que rematar la faena, será obligado meter en la cárcel durante unos cuantos años a algunos consejeros de la entidad intervenida. Si sus accionistas no estuvieran por la labor de exigirlo, no hay que preocuparse, que en Alicante sigue viviendo María Victoria de la Muela, una mujer que seguro continúa dispuesta a hacer lo que sea menester sin contraprestación alguna, como ocurrió en el caso Banesto. Este es el punto más peligroso para ti, amigo Juan Pedro, y no te fíes de nadie -menos aún de MAFO-, que los Regímenes en descomposición necesitan de cuando en cuando hacer un escarmiento en cabeza ajena. Mayormente para que la ficción prosiga y la fiesta continúe.

Comprenderán que con la que está cayendo, con la mayor crisis del sistema financiero que ha conocido nunca este país, la aplicación del “modelo Banesto” para la intervención de bancos y cajas con problemas sería sencillamente una locura. El propio  Miguel Martín, hoy al frente de la patronal AEB, que de esto sabe un rato, responde con cautela cuando se le pregunta al respecto: “Lo de Banesto fue otra cosa”. No cabe mejor definición. Tampoco ha dicho ni “mu” el gran beneficiado de aquel episodio, Emilio Botín, en una clara manifestación de prudencia. Ha tenido que ser FG quien sacara los pies del tiesto. Hay quien dice que el de Chantada tiene miedo de que puedan obligarle manu militari a comerse el marrón del Santander, aunque no faltan los que aseguran que la comida será a la inversa. Lo que es claro es que se avecina una drástica reducción de la capacidad instalada de nuestro sistema de cajas y bancos, sin que los dos grandes partidos hayan conseguido, hasta el momento, ponerse de acuerdo en la metodología a aplicar en aquellos casos en que sea preciso intervenir/cerrar entidades. Para entretener la espera, FG ha decidido salir a escena. Para decir una chorrada
 En plena refriega dialéctica y de Poder en torno a la forma de abordar el saneamiento de aquellas entidades financieras con problemas de solvencia… Francisco González (FG), ejemplo de alto ejecutivo silente como no ha habido otro en la historia bancaria española, ha tenido la humorada de proponer que se siga el “modelo Banesto” como fórmula para salvar bancos en peligro de muerte. Acabáramos. Lo ha dicho en Houston, USA, ante un grupo de clientes del BBVA Compass, filial del antiguo banco vasco en Tejas y Alabama, y siendo Houston una de las calderas del planeta, con el Lago Maracaibo, cabe pensar que haya sido la “caló” la que le ha jugado una mala pasada.

14 comentarios:

  1. "¿Acaso no es esta maniobra del "agujero contable inventado" exactamente la misma que -salvando las distancias entre una contabilidad de tipo mercantil, que no debe provisionar, y una de tipo financiero- han puesto en marcha los saqueadores para cargarse a Afinsa?."

    Ni lo dudes queridísima amiga mía. Les salió redondo la primera vez y han ido a por una segunda. Pero en esta "han dado en hueso". Nos dejaremos la vida pero esto lo ganamos, sí o sí.

    Un abrazo.

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  2. Son tan burdos, como malos, Fina.

    Como bien dices, repiten la jugada (también se cargaron Rumasa, no lo olvides).

    Fueron a por Mario Conde y le ganaron la partida, pero ni Afinsa es Banesto, ni nosotros somos una sola víctima, sino miles, cada día más indignados por lo que han hecho con la empresa y con nosotros, sus clientes; cada día más dispuestos a llegar hasta el fondo de la cuestión. Caiga quién caiga.

    Un abrazo para ti, compañera.

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  3. Abogados de prestigio, jueces de la AN , políticos tanto del PP , PSOE , pnv , todos saben que ha sido una intervención ordenada por la banca, pero ninguno tiene cojones para decir la verdad , por que , esta claro porque entre ellos se llevan de puta madre, todo este sistema democrático es una cloaca, solo sirve para que la gente que vive de la mamandurria siga sin dar un palo al agua , vaya pais de comedia y de payasos, que les den por el culo, como el PP no solucione esto de aquí a 1 año,no pienso votar en mi vida.

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  4. Muchos de nosotros tenemos perfectamente claro que la intervención fué polìtica.

    En una larga entrevista que el Senador Javier Maqueda ofreció el jueves 25 de Oct. del 2007 en el programa de "Claves de Actualidad", en City FM Radio y ante preguntas de diferentes afectados por la intervención de AFINSA Y FÓRUM, éste dijo que la mayor dificultad para defender y poner en aplicación un plan de continuidad que garantice la recuperación de la actividad de la Compañía, estriba en la propia decisión del Gobierno actual expresada a través de su MINISTRO DE ECONOMÍA, SR. SOLBES, con el que ha hablado personalmente, que niega cualquier posibilidad de una vuelta a la normalidad de estas empresas ..."aquí hay una decisión política que es la intervención y después de ésta, por lo menos éste tipo de Gobierno, el que está en el Ministerio de Economía, no está por la labor de volver a la no liquidación, o sea, de volver a la normalidad, porque la empresa podría ser viable"...

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  5. El siguiente en caer será el Banco Santander. No pueden seguir ocultando la cantidad ingente de ilícitos penales cometidos por Botín. Por otra parte, esta entidad está igual o peor que Bankia; los beneficios que declara anualmente no son reales.

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    1. Ah, pero ¿tú todavía crees que van a caer cabezas con la que está cayendo? pues siento defraudarte yo opino que si cae alguna será la de algún "pardillo" despistado.
      No andes muy cerca por sí acaso.

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  6. Lo de Botín..., no sé, no sé.

    Este tipo tiene bula, váya usted a saber por qué. Favorcitos por aquí..., favorcitos por allá... El elemento se las trae.
    ¿Habrá hecho un pacto con el diablo? :-(

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  7. Que ganas tengo de que empiecen a rodar cabezas....

    Porque, en este caso, NO SE VAN A IR DE ROSITAS. Somos muchos....

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  8. Aunque Botín haya hecho un pacto con el diablo, tal y como tú indicas, el diablo siempre juega con ventaja en todos y cada uno de sus pactos;y no es un "ente" que,habitualmente, suela destacar por cumplir con sus promesas.

    Se admiten apuestas















    , normalmente, por cumplir con lo prometido.

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    Respuestas
    1. Quieres decir, como Rajoy no, según estamos viendo. Su argumentación semántica para negar ROTUNDAMENTE QUE ESTAMOS INTERVENIDOS, es francamente brillante, aunque iremos viendo en los próximos días la verdad de lo señalada, que ya hemos visto hoy mismo, pero se irá desbrozando más para que todo el mundo pueda entenderlo.

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  9. Pues en eso de no cumplir lo que promete, tienes toda la razón, Anónimo. :-)

    Te veo muy seguro. No apuesto nada, que lo pierdo.

    Un abrazote

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  10. http://www.wikiblues.net/caso-afinsa-cuando-van-reconocer-en-p%C3%BAblico-las-verdaderas-razones-por-las-que-intervinieron-afinsa

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  11. Según parece, mi anterior comentario sobre el Bco. Santander, no ha caído en saco roto, y algunos están empezado a descubrir cual es la realidad económica de ésta entidad.

    http://afinsa.forogratis.es/informacion-t16050.html

    Las apuestas continúan abiertas.

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  12. Yo no pongo un euro en el banco del "botijito", si todos hicieramos lo mismo se tragaría su propia medicina. Carmen de España

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