Juicio Afinsa - IV Jornada - "El momento de la verdad".

     

      
      En 1974, Jan Carlzon asumió las funciones de dirección de la  SAS (Scandinavian Airline System), una línea área sueca, que atravesaba por importantes dificultades económicas.

Desde el primer momento, Carlzon puso en práctica un sistema gerencial basado en lo que dió en llamar "el momento de la verdad".

Frase tomada literalmente de la expresión española utilizada en tauromaquia, "el momento de la verdad" delimita y señala el instante preciso en el que toro y torero se enfrentan y el segundo de ellos entra a matar. Es un episodio crucial, que debe ser resuelto.

En una noche de insomnio total, ha venido a mi memoria la historia de este "gurú" de la gestión, y de los impresionantes logros conseguidos mediante la aplicación, en sus procesos de gestión de empresa, de la famosa expresión. De ella llegó a decir que: "Un momento de la verdad es cada instante en que un cliente toma contacto con la persona o sistema que da el servicio". Carlzon indicaba que cada uno de esos instantes ofrecía una oportunidad única, bien sea para mejorar la percepción que tiene el cliente del servicio ofrecido, bien para destruirla. 

A través del presidente de Afinsa, y de las declaraciones que realizará ante un Tribunal de Justicia que, a la luz de sus actuaciones, se me antoja extraordinariamente garantista, hoy 24 de noviembre de 2015, cerca de doscientas mil personas, -incluido él, y demás encausados-  nos enfrentamos a nuestro "momento de la verdad"; ese instante en el que, finalmente, esgrimiendo sentencias, pronunciamientos judiciales, informes, y documentos contundentes, de muy diversa índole, se "entre a matar" y derribar el embuste y el engaño, rasgando con certeras y contundentes argumentaciones,  y de un solo tajo, el velo de mentiras, falsedades, calumnias y difamaciones que han tenido lugar durante casi diez años, con el que se nos ha cubierto y disfrazado ante la opinión pública para ofrecer una imagen falsa y distorsionada de un modelo de negocio y de gestión empresarial, que en nada concuerda con la realidad.

Cada una de las palabras del presidente de Afinsa, cada instante de su declaración, respondiendo a las preguntas de la defensa, ofrecerá una oportunidad para que el Tribunal que le/nos juzga, conozca en la distancia corta, minuto a minuto, segundo a segundo, la realidad de  Afinsa Bienes Tangibles, S.A., como empresa líder que era, a nivel mundial,  en el sector de inversión en bienes tangibles y de colección.

Frente a la histriónica frase pronunciada por el no menos histriónico Manuel Pardos, presidente de Adicae, en la mañana del pasado día 19 - "Hoy es el día de la ira"-, (sería la suya propia, por lo que intuía se le venía encima), hoy estamos ante algo tan sencillo -y a la vez tan complejo, por las trabas y dificultades que, para proclamarlo a los cuatro vientos, nos han puesto durante tanto tiempo- como decir únicamente que estamos ante "El momento de la Verdad", con mayúsculas, confiando en que ese juicio garantista al que todos aspiramos, resuelva mediante sentencia justa el "puzzle" que otros colegas decidieron ignorar -cobardes- al mirar para otro lado, y dicte un veredicto conforme a la realidad de la evidencia y de los hechos, que nada tienen que ver con la gigantesca patraña que el partido Socialista del inane Zapatero nos ha pretendido endosar.

Día importantísimo el de hoy, querid@s amig@s. En lo personal, tal y como dije cuando cerré el Acto de presentación de mi obra, haciendo mías las palabras de MalcomX, "quiero la verdad, la diga quién la diga; quiero que se haga justicia, a favor o en contra de quién sea".

Adelante, presidente. Su momento de la Verdad ha llegado y pese a lo mucho que algunos lo han intentado, debe saber que no está solo. 

Su dignidad es nuestra dignidad, su fuerza nuestra fuerza y su lucha nuestra lucha. Sus palabras ante el Tribunal son igualmente nuestras, como nuestra es también esa Verdad que hoy podrá ¡por fin!  verbalizar, y trasladar ante los magistrados.  Somos miles quienes hoy le acompañamos, señor Cano.

¡De frente, como siempre lo ha hecho, y al "toro"!.

¡Suerte maestro!.

M.H.