Un estado de ánimo.

Nueve años -casi- de injusticias y expolio, dan mucho de si. Los estados de ánimo suben y bajan  y se mezclan con las emociones (energía, nostalgia, dolor, fuerza...). Unos y otras van y vienen, acordes con las circunstancias del momento y con los hechos que se van sucediendo. 

En ocasiones, cuando me detengo a reflexionar y profundizar en lo sucedido con Afinsa (y Forum), con sus directivos, sus cientos de miles de clientes y sus miles de asesores y trabajadores, no puedo evitar pensar, por extrapolación, en la operación de castigo, exterminio y aniquilación de millones de judíos llevada a cabo durante la Segunda Guerra Mundial. 

Excesivo el paralelismo, pensaréis algunos. Tal vez si, pero lo cierto y verdadero es que hay muchas maneras de sembrar el terror y exterminar a víctimas inocentes que nunca imaginaron que alguien pondría en marcha actuaciones encaminadas a quitarles -en el caso de los judíos- la vida y, en nuestro caso, nuestro dinero, nuestra seguridad, nuestro bienestar y en algunos casos muy concretos, por suicidio y deterioro de la salud por enfermedad, hasta la misma vida 

Hace unos días tuve  ocasión de ver la película "El Pianista de Roman Polanski " (enlace). El guión y los hechos, verídicos, tienen encaje en esas divagaciones mías. Si no habéis visto la película, la recomiendo encarecidamente. Es dura, muy dura, pero en el mensaje de terror va implícito un mensaje repleto de dignidad; la de muchos polacos -judíos o no- que decidieron seguir resistiendo hasta el final, y la fuerza y el valor de un pianista increíble, Wladyslaw Spilzman, que luchó por sobrevivir entre aquél horror. 

Todavía no me he desprendido del impacto de las imágenes -algunas escenas son de tan calculada y fría crueldad que hielan la sangre- y, sobrevolando tanta salvajada, continúa martilleando mis oídos la magia de la música de fondo, que acompaña la película. 

Permitidme la licencia de compartirla con vosotros, en esta entrada. Aquí os dejo la composición del tema oficial (Nocturno de Chopin), de la inmensa película de Polanski.

Que tengáis todos una feliz semana. A pesar de la profunda pena y del abatimiento que nos asalta en ocasiones, la dignidad que nos constituye como personas hará que lleguemos al final de esta pesadilla y que ganemos, con toda la fuerza de la razón y de la justicia, la batalla que nos están obligando a librar.

Un abrazo.
Mañana será otro día.
Seguramente, mejor.

Mila.